Seúl y Washington cooperarán para impulsar la industria del gas de esquisto

Seúl, 13 may.- Los Gobiernos de Corea del Sur y Estados Unidos han acordado cooperar para impulsar de manera conjunta el desarrollo de la industria del gas de esquisto, explicó hoy el ministro de Comercio y Energía del país asiático, Yoon Sang-jick.

En declaraciones recogidas por la agencia Yonhap, el ministro surcoreano dijo que así se acordó en un encuentro que él mantuvo con el secretario de Energía estadounidense, Daniel Poeman, en el marco del reciente viaje que la presidenta surcoreana Park Geun-hye y su delegación realizaron a EEUU entre el 5 y el 10 de mayo.

Esto podría suponer en el futuro un importante sustento energético para el país asiático, el segundo mayor importador neto de gas natural del mundo.

El Gobierno de Corea del Sur está interesado en que para 2020 el 20 por ciento del total de sus adquisiciones sean de gas de esquisto.

En virtud del acuerdo, ambos países tienen previsto convocar una reunión entre expertos y representantes de sendos Gobiernos antes de junio, a la que sucederán otros tres foros que versarán, respectivamente, sobre políticas reguladoras, mercados y tecnología de explotación, aseguró Yoon.

"Creo que esto nos permitirá obtener los recursos necesarios para el desarrollo del gas de esquisto al tiempo que nos permitirá acceder al mercado estadounidense de este recurso", añadió.

El gas de esquisto es gas natural depositado en formaciones rocosas que pueden ser quebradas mediante "fracking" o fracturación hidráulica, sistema que se lleva a cabo en países como Estados Unidos y consiste en inyectar agua, arena y compuestos químicos a gran presión para fracturar la roca y liberar los depósitos.

Este recurso vive actualmente un gran auge comercial y muchos expertos creen que puede transformar el mercado mundial de la energía a gran escala en los próximos años.

Muchos analistas han destacado como aspectos positivos su inferior coste o que sea una fuente de energía menos contaminante que otros hidrocarburos.

Sin embargo, distintos estudios han subrayado que el "fracking" trae consigo efectos nocivos para el medio ambiente, como emanaciones de gas al exterior o contaminación del agua.