París, 19 dic.- El operador francés de telecomunicaciones SFR ha decidido denunciar ante las autoridades europeas de la competencia el acuerdo de itinerancia para móviles entre France Telecom-Orange y Free por considerar que ofrece al primero una posición dominante que obstaculiza la competencia.
"Le Figaro" dio cuenta hoy de ese procedimiento ante la Comisión Europea en el que SFR -filial de Vivendi- argumenta que Orange perturba el normal funcionamiento del sector con el contrato de alquiler de su red al operador de bajo coste Free, que por el momento está construyendo la suya propia.
La irrupción desde enero pasado de Free, que ha reventado los precios, ha puesto patas arriba el sector de la telefonía móvil en Francia, al arrebatar una parte importante de abonados a los otros tres operadores (SFR, Orange y Bouygues) y ha desencadenado una guerra de todos contra todos.
Con esta denuncia, SFR acusa a Orange de meter "al lobo en el gallinero" por permitir, con las condiciones de alquiler de su red, que Free ofrezca a sus abonados ofertas agresivas gracias a las cuales ha facturado 2.300 millones de euros en nueve meses.
Le reprocha a Orange beneficiarse de esa guerra, ya que al ritmo actual va a recibir de Free 1.000 millones de euros en solo tres años, y no en los seis previstos inicialmente en el contrato de itinerancia.
El operador histórico se ha defendido con el argumento de que si no hubiera alquilado su red a Free, al final las autoridades le habrían obligado a hacerlo para garantizar la entrada de esa empresa en el negocio de la telefonía móvil.
Una fuente de Orange citada por "Le Figaro" afirmó que el grupo "está particularmente sereno porque las distintas autoridades de la competencia están de acuerdo con este contrato" y porque "las tarifas de itinerancia impuestas no son la causa de la agresividad de Free en sus precios".
Hace menos de una semana una sentencia metía en el mismo saco a las dos principales compañías, Orange y SFR, obligándolas a pagar una multa de 183 millones de euros por prácticas contrarias a la competencia, debido a que entre 2005 y 2008 sus tarifas primaban las llamadas a clientes de su misma red frente a las de los competidores.
En aquel caso, la demandante era Bouygues Telecom, que por su parte reclama a Free 98,8 millones de euros por competencia desleal.
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