Shambhala, nueva atracción de PortAventura, alcanza los 76 metros de altura

Vila-seca/Salou (Tarragona), 8 feb.- Shambhala, la nueva montaña rusa del parque temático PortAventura, ha alcanzado hoy su máxima altura, 76 metros, lo que convierte esta atracción en la más alta de Europa, según ha explicado hoy el director de desarrollo de PortAventura, Luis Valencia.

La montaña rusa se inaugurará el próximo mes de abril, tras un mes de pruebas, cuando el parque abra de nuevo sus puertas -30 de marzo-, tendrá una longitud de 1,65 kilómetros y su característica es que se cruza hasta en cuatro puntos con el Dragon Khan, por lo que ambas atracciones "se complementan", según Valencia.

Con una inversión de 25 millones de euros y cuatro meses de trabajo, en su construcción participan treinta operarios y empresas de cinco países de todo el mundo y se ubicará en un área de 14.000 metros cuadrados también tematizados alrededor del Himalaya y, en concreto, de Bután.

"Shambhala será el nuevo icono de PortAventura y de ahora en adelante marcará la vista panorámica del parque", ha dicho Luis Valencia al respecto de que será visible desde varios kilómetros de distancia.

En una visita de obras para la prensa, el director de desarrollo de PortAventura ha indicado que se trata de una "hiper, mega o gigacoaster, o sea, una gran atracción por su altura y tamaño", que provocará "sensaciones diferentes al público".

Así, "la atracción cuenta con cinco elevaciones durante el recorrido -o camelbacks-, la más pequeña equivalente a un edificio de siete pisos", en cada una de las cuales el viajero experimentará "el efecto conocido como 'air time' o gravedad cero, por lo que perderá el contacto con el asiento". "Es como un cambio de rasante pero multiplicado", ha definido Valencia.

La atracción "batirá tres récords de Europa: la más alta -76 metros-, con la caída más larga -78 metros- y la mayor velocidad en la bajada, con 134 km/h-", una velocidad que luego disminuirá porque funcionará por inercia.

Se tardará de tres a tres minutos y medio en completar el recorrido de una instalación que pesa 1.600 toneladas, construida en acero y en la que se han empleado 4.000 m3 de hormigón para las cimentaciones, que alcanzan los 18 metros de profundidad, ha explicado Luis Valencia.

"Con el fabricante -la empresa suiza Bollinger- hemos trabajado en el diseño para incidir en la sensación de altura y de velocidad, y hemos añadido elementos como el paso por túneles, una zona de aguas o una doble espiral", apunta Valencia, que añade que quien no quiera subir dispondrá de un área anexa para vivir de otra manera la sensación de Shambhala.

Tres trenes, con capacidad cada uno para 32 pasajeros, transportarán al público, según Luis Valencia, que quita hierro a las sensaciones y aconseja subirse cuando se inaugure porque "no hay brusquedades" y todo transcurre "de manera suave".