Sharp tuvo una pérdida récord de 3.535 millones de euros en el ejercicio 2011

Tokio, 27 abr.- El fabricante de electrónica japonés Sharp tuvo una pérdida récord de 376.076 millones de yenes (3.535 millones de euros) durante el recién concluido año fiscal 2011, según anunció hoy la empresa.

El dato contrasta con los 19.401 millones de yenes (182,3 millones de euros) de beneficio registrados un año antes, e incluso está por encima de las últimas previsiones de la compañía de Osaka, que preveía una pérdida neta en torno a los 299.000 millones de yenes (unos 2.810 millones de euros).

La empresa atribuye estos datos a los costes para reestructurar su negocio de televisores LCD, al encarecimiento del yen y a la situación económica global y de Japón, donde cita factores como la deflación y los problemas relacionados con el suministro energético tras la crisis en la central nuclear de Fukushima.

Durante el ejercicio fiscal 2011, que en Japón concluyó el pasado 31 de marzo, Sharp registró además una pérdida operativa de 37.552 millones de yenes (353 millones de euros) que contrasta con el beneficio operativo de 78.896 millones de yenes (742 millones de euros) de 2010.

Sus ventas durante el ejercicio le supusieron unos ingresos de 2,45 billones de yenes (23.097 millones de euros), lo que implica una caída de 18,7 por ciento con respecto a los del año anterior, cuando la empresa nipona se embolsó 3,02 billones de yenes (28.402 millones de euros), según recoge el comunicado de la empresa.

La caída de las ventas responde, según Sharp, a un fuerte descenso de la demanda de televisores con pantalla de cristal líquido (LCD) en el mercado japonés y a la importante caída de los precios de dispositivos tales como los paneles solares.

De cara al ejercicio fiscal 2012, que en Japón concluye el 31 de marzo de 2013, el grupo espera permanecer en números rojos y cosechar una pérdida neta de aproximadamente 30.000 millones de yenes (282 millones de euros).

También espera registrar un beneficio operativo de unos 20.000 millones de yenes (188 millones de euros) y unas ventas por valor de 2,7 billones de yenes (25.382 millones de euros), lo que supondría un 9,9 por ciento más con respecto a este año.