Si la economía española cae un 1% en 2012, el déficit no bajará del 6%

  • La Unión Europea adelantó ayer que España terminará el año con un crecimiento negativo del 1%, pero no quiso aclarar si modificará el objetivo de déficit del 4,4%. Sin embargo, los números rojos se calcularon con un crecimiento previsto del 2,3%, más de tres puntos de la cifra actual. ¿En cuánto debería aumentarse el déficit en función del desvío? Por lo menos, hasta el 6%.
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Álex Medina R.

La primavera (la de verdad, no la valenciana) vendrá con una revisión total de previsiones bajo el brazo. El Gobierno español presentará sus Presupuestos nada más empezar la estación y será entonces cuando Bruselas decida sobre cuánto nos podemos desviar en nuestros números rojos.

Porque de lo que nadie duda es que vamos a sobrepasar los límites y, tal y como están la economía nacional y comunitaria, será complicado no bajar de un 6% de déficit, más de punto y medio del muro puesto por la UE.

Este muro tiene escrito una cifra del 4,4% a día de hoy. Así quedó firmado con Europa y es el baremo que van a utilizar los inversores extranjeros para fiarse de nosotros (cuando no se fían nos piden más interés y nos cuesta más financiarnos, es decir, sube la prima de riesgo, entre otras muchas consecuencias).

Pero la cifra del 4,4% se estableció con una previsión de crecimiento de nuestra economía para este año del 2,3%, un número que hoy suena a ciencia ficción, viendo los últimos augurios: como mínimo caeremos un 1% (ayer Rajoy admitió que algo más que eso), lo que significa más de tres puntos de diferencia.

Si la economía se contrae tanto,¿es razonable mantener una previsión de números rojos del 4,4%? No lo parece, ¿verdad? A menor crecimiento, menor progreso, menor consumo, menores ingresos por impuestos y menos capacidad de afrontar gastos.

Todo esto es la práctica, donde luego el Estado o las autonomías o los ayuntamientos pueden mostrar las mejores intenciones sin tener éxito, que es lo que ha pasado en 2011, cuandoterminó el ejercicio con un déficit del 8% (como mínimo) frente al 6% comprometido.

Volviendo a la teoría, en el Ministerio de Economía se ha usado en más de una ocasión (y ha sido defendida en el Congreso por el ex secretario de Estado José Manuel Campa) un mecanismo automático de cálculo en las relaciones entre el PIB y el déficit: a cada punto de contracción del primero, el segundo engorda medio punto.

Trasladando esta cuenta a las de España, acabar el año con una caída del 1% del PIB (más de tres puntos respecto a la previsión del 2,3%) debe elevar el déficit al 6% (desde el 4,4%).

No sólo el PSOE defiende esta forma de vincular déficit y PIB: la propia Unión Europea, en el número 353 de sus Papeles Económicos, publicó un artículo realizado por los economistas Servaas Deroose, Martin Larch y Andrea Schaechter que avalaba esta cuenta.

En cualquier caso, como decíamos, todo esto no es más que una teoría. Con ella, el déficit de 2011 debería haberse quedado en un 6,3% sólo por el desvío entre la previsión de crecer un 1,3% y la cifra final de un 0,7%. Y ya ven, nos vamos al 8% porque al final lo que importa es que las administraciones ajusten sus gastos de verdad a su capacidad de ingresos, algo que no sucedió en 2011 ni en el Estado ni en las autonomías en bloque.

Sin embargo, como punto de partida la teoría dice que España, con una caída anual del 1%, no podría bajar del 6% de déficit. ¿Tendrá eso en cuenta la Unión Europea si nos revisa el objetivo de déficit?

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