Siete casas construidas con materiales inusuales

Desde hace milenios el hombre ha utilizado como material de construcción el recurso más abundante de su entorno. Dependiendo del lugar donde se establecía, podía ser desde madera hasta barro, pasando por sólidos bloques de piedra. El paso de los años ha hecho que las construcciones se estandaricen y se tienda hacia un único modelo, el cemento y el acero. Pero aún hay lugares en donde por necesidad o simplemente por originalidad, han apostado por materiales alternativos para construir sus casas.

El uso de estos materiales suele estar relacionado con la ecología y con la economía. La mayoría suelen ser materiales reutilizados o reciclados, que a menudo son fáciles y baratos de conseguir. Es por ello que este medio de construcción alternativo está teniendo mucho más éxito en los países del Tercer Mundo, donde quizá no tengan para ladrillos pero sí para botellas de plástico.

Estas casas producen muchos efectos beneficiosos. El primero es el de proveer a su dueño de un hogar. Toda casa debe servir de refugio para las personas que la habitan. También tienen externalidades positivas en forma de reducción de los materiales de construcción habituales, que generalmente generan más polución y destrucción del medio (debido a su extracción, procesado y transporte). Pero además ayuda en muchos casos a darle un segundo uso a los deshechos de muchas personas que de otro modo habrían acabado en un vertedero. La clave es reducir, reutilizar y reciclar.

Quizá algunos de estos ejemplos no sean el tipo de viviendas más cómodas, pero nadie puede discutir que cumplen su función.

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