A grandes males, grandes remedios. El presidente de Asaja, Pedro Barato, he solicitado al ministro de Agricultura Luis Planas que por la sequía y, de forma excepcional y temporal, los ganaderos reciban la paja que se está empleando para la producción de energía a partir de biomasa. Es decir, que se interrumpa provisionalmente el aprovisionamiento para estas industrias priorizando a los productores primarios. Una petición que Barato ha justificado en las inusuales temperaturas que está padeciendo España y, sobre todo, por la sequía que está impactando sobre la producción local de forrajes y paja. Fuentes de esta organización agraria reconocen su temor a un fuerte incremento de su precio en los próximos días.
En es te sentido, justifican la interrupción solicitada en que la "situación excepcional" que padecen los ganaderos y piden priorizar, mientras que añaden que las industrias dedicadas a la generación de energía a partir de biomasa tienen otras alternativas. Por ejemplo, el hueso de las aceitunas.
Desde Asaja explican que llueve sobre mojado, aquí metafóricamente solo, ya que la campaña pasada también fue poco generosa y las previsiones son "francamente dramáticas". En este sentido, reconocen que no hay suficiente forraje y paja para alimentar a la cabaña ganadera y esto tiene un impacto directo en dos actividades muy destacadas para las exportaciones españolas: el vacuno de carne y el ovina.
Todo lo anterior, puede suponer "una auténtica pesadilla" para el ganadero que podría verse obligado a sacrificar aquellos animales que pueda alimentar con la consiguiente merma en la producción. Una situación que Barato tacha de "extrema necesidad" y, por lo que cree que la paja destinada a producir energía puede ser una solución provisional.
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