Primera toma de contacto entre El Corte Inglés y representantes de los trabajadores tras conocerse que entre 3.000 y 3.500 personas pasarán a engrosar el primer Expediente de Regulación de Empleo de la historia del gigante nacional de la distribución. Y los miembros de la comisión sindical de la firma han trazado una primera línea roja: "Nuestra posición frente a la empresa va a ser clara y contundente buscando unas condiciones de salida de la plantilla por encima de límites legales y con posibilidades de adscripción voluntaria desde cualquier punto de España".
En un comunicado conjunto hecho público este sábado, CCOO, FASGA, Fetico y UGT se dan por informados por parte de la dirección y aseguran que a partir de ahora su único objetivo en la negociación será para que "el ajuste de plantilla no se realice de forma traumática". Al contrario, y toda vez que la comisión negociadora se constituirá durante la próxima semana de manera oficial, la parte sindical considera que los "intereses de las personas" deben quedar siempre por encima de cualquier otra consideración.
Esto quiere decir que hay disposición absoluta a negociar esta salida de miles de personas pero que la empresa también tendrá que ofrecer bastante más que lo que establece la ley actual en cuanto a despidos. "La empresa sí nos ha adelantado que el proceso se realizará con el máximo diálogo, idéntico al mantenido hasta ahora con esta comisión sindical y que se van a buscar medidas positivas como: la voluntariedad y las buenas condiciones económicas para la plantilla", especifica la nota.
Asimismo, los sindicatos avanzan cuál es la postura inicial de la empresa y parte de las razones esgrimidas: "El Corte Inglés nos indica que su plan de ordenación 'futuro' debe buscar la viabilidad de la empresa, su posicionamiento en un mercado cambiante, la reordenación del mundo del retail y su nueva dimensión tras el impacto de la venta online".
Con todo, una cosa es aceptar las justificaciones y otra negar una realidad en la que, según apuntan los mismos representantes laborales, El Corte Inglés ya había iniciado cierres como el del centro en Linares (Jaén) y la reorganización de Guadalajara. Ambas decisiones ya habían generado "una avalancha de inquietud en la plantilla".
El plan voluntario de bajas diseñado por El Corte Inglés afectará a entre 3.000 y 3.500 empleados, de los cuales 2.500 serán trabajadores de los centros comerciales y 500 pertenecientes a los servicios corporativos, lo que supone más de un 4% de la plantilla, integrada por unos 63.000 trabajadores. La compañía ya se acogió en marzo de 2020 a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para un total de 25.900 empleados, tras decretar el Gobierno el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.
Este ERTE afectó por tanto a casi el 29% de la plantilla total del grupo, que asciende algo más de 90.000 empleados. Así, se vieron afectados 22.000 trabajadores de los grandes almacenes de El Corte Inglés, 2.000 empleados de la cadena de moda Sfera y 1.900 empleados de Viajes El Corte Inglés. Tras decretarse el estado de alarma en España para frenar la expansión del coronavirus, el grupo El Corte Inglés se ha visto obligado a cerrar todos sus centros en España, dejando únicamente operativas todas sus áreas de alimentación y productos de primera necesidad.
El Corte Inglés regresó al resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal (entre el 1 de junio y el 31 de agosto), hasta situarse en 64 millones de euros gracias a la reapertura de tiendas y a la venta 'online', que registró un alza del 124% en este trimestre. La cifra de negocio consolidada durante este periodo se situó en 2.817 millones, con un beneficio bruto de 811 millones de euros.
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