La banca española tendrá que hacer más recortes en sucursales y empleados

  • En la banca de la eurozona se han cerrado 29.000 sucursales y eliminado 200.000 empleos desde el año 2008.

    Los datos suponen que la mitad del cierre de oficinas y un tercio de la reducción de empleados se ha concentrado en España, pero el informe de EuropeG señala que hay margen para más recortes.

La banca española tendrá que hacer más recortes en sucursarles y empleados
La banca española tendrá que hacer más recortes en sucursarles y empleados
Rafael Miner

La crisis financiera ha desembocado en una reducción de entidades de crédito de la eurozona, 5.614 en la actualidad frente a las 6.774 en el año 2008.

La consolidación del censo ha generado un incremento en los niveles de concentración del sistema bancario en el que los cinco primeros grandes grupos suponen el 48 por ciento del mercado, según un estudio del catedrático de la Universidad de Barcelona, Antonio Garrido para EuropeG, grupo de opinión y reflexión en economía política que dirige Antoni Castells.

Los cinco principales grupos de crédito europeos al cierre de 2014 eran ING, Santander, Rabobank, BNP Paribas y Crédit Agricole, según The Banker.

En la banca de la eurozona se han cerrado 29.000 sucursales y eliminado 200.000 empleos desde el año 2008. Aún así, España, junto con Chipre, sigue estando a la cabeza en número de sucursales en relación con su población. Por eso el informe deja claro que la banca española todavía tiene margen para reducir su red de oficinas y empleados en los próximos años.

La reducción de sucursales y la destrucción de empleos se ha debido, en buena parte, al descenso de actividad, a los planes impuestos a las entidades rescatadas, a la necesidad de eliminar duplicidades derivadas de fusiones, y a la pérdida de importancia de la sucursal, según el informe.

El tamaño del sistema bancario de la eurozona sigue siendo muy elevado en términos de magnitud, y pese a todo, la banca continúa siendo la principal fuente de financiación de las empresas y el principal destino del ahorro, sobre todo en los países situados en la periferia europea, asegura el 'Policy Brief' núm. 8 de Europe G presentado hoy.Reto: estabilidad y financiar a empresas

Los bancos de la eurozona se enfrentan ahora a un conjunto de retos (disminución de la rentabilidad, presión regulatoria, avances tecnológicos y creciente competencia), que les están obligando a cambiar los modelos de negocio.

Antoni Castells, director de EuropeG, ha destacado la necesidad de compatibilizar un sistema financiero estable con la mejora de la financiación empresarial, en el que “los niveles de beneficio y las condiciones favorables seguirán presionados a la baja por los factores cíclicos y estructurales para no volver a repetir la actividad del pasado”.

A su juicio, la consolidación bancaria aumentará la concentración y el número de entidades sistemáticas, lo que puede hacer más compleja la gestión de las crisis y dificultar la financiación de las pequeñas y medianas empresas.

En paralelo, la aparición de nuevos competidores puede resultar beneficiosa al abaratar la financiación, pero “exigirá un control de los reguladores para evitar episodios de inestabilidad”, señala el informe.

Sin embargo, Antoni Garrido afirma que “la mejora de la coyuntura económica, el estancamiento de la morosidad, los menores costes del pasivo y el incremento de los ingresos por comisiones han permitido a los bancos europeos volver a presentar tasas positivas de rentabilidad”.

Hegemonía de las entidades nacionales

El tamaño del balance bancario ha disminuido también de forma notable, señaló esta mañana Garrido en la presentación del informe con la APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica).

Irlanda es el país donde más se ha reducido, un 70%, por el traspaso de activos de mala calidad a un banco de los denominados malos. Es lenguaje inteligible, el traspaso de hipotecas prácticamente incobrables ó morosas, y otros productos similares.

Otra de las consecuencias de la crisis ha sido la interrupción de los procesos de salida al exterior de los bancos europeos, que en 2007 presentaban un grado de internacionalización más elevado que los estadounidenses.

Con ello, se ha acentuado la hegemonía que tienen las entidades nacionales en sus mercados de origen, frente a los bancos extranjeros. Alemania es el país en el que es mayor la hegemonía, y España, donde la cuota de mercado de la banca extranjera es del 10%, es el cuarto país con menor presencia de entidades foráneas.“Banca en la sombra”

“La nueva regulación europea en materia de resolución de entidades en crisis, reduce ventajas derivadas de la escala, y no está claro que en un futuro próximo la rentabilidad bancaria esté correlacionada con la dimensión”.

En el Policy Brief se menciona el desarrollo de la “banca en la sombra” integrada por nuevos intermediarios (fondos de inversión y otros vehículos), que tienen en su poder activos no financieros por un importe equivalente a 3,2 trillones de euros.Nuevos competidores: crowfunding, direct lending

El informe constata la aparición de “nuevos competidores de carácter tecnológico, más ágiles y menos regulados que los bancos tradicionales, crowfunding ó direct lendig”, que ofrecen “un acceso directo a los mercados de capitales, que pueden satisfacer el resto de las necesidades de los usuarios de servicios financieros a un coste inferior.”

Esta nueva competencia es beneficiosa porque contribuye a abaratar los costes, amplía las fuentes de la financiación de las empresas y desplaza el riesgo desde actividades que gozan de un apoyo público. Sin embargo, para EuropeG, este modelo es peligroso, ya que “concentrar el riesgo en agentes poco preparados puede generar inestabilidad financiera”.“Se ha perdido la reputación de los supervisores”

Antoni Garrido ha explicado también que con la crisis se ha pasado de una regulación que permitía flexibilidad, como la de Basilea II, a un modelo “intervencionista”, que fija hasta cómo deber ser la composición de los consejos de administración y el perfil que deben tener los consejeros.

Los bancos están ahora mejor capitalizados que antes de la crisis, al endurecer el Banco Central Europeo (BCE) los niveles y la calidad del capital exigido, y cuentan con un colchón de recursos propios como defensa ante las pérdidas dos o tres veces mayor que el que tenían antes de la crisis, ha señalado el profesor.

Sin embargo, durante la crisis “se ha perdido la reputación de los supervisores”, por lo que es necesario que “haya reguladores que vigilen los intereses del minorista”.Un Fondo de Garantía de Depósitos europeo

El catedrático considera muy importante la culminación de la Unión Bancaria, al considerar que no se puede tener entidades supranacionales que luego dependan de autoridades nacionales. También comparte la creación de un mercado de capitales europeo, así como poder titulizar en la eurozona, de modo que las empresas puedan hacer emisiones “potentes” que constituyan una fuente de financiación alternativa.

También opta por la constitución de un Fondo de Garantia de Depósitos a escala europea, sin el que “la unión bancaria no es creible”.

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