Sol y fiesta: cómo sustituir el turismo de borrachera por las veladas para vips

  • Las fiestas de Messi, Cesc y Jordi Alba en Ibiza marcan tendencia. El ocio nocturno emplea a unas 250.000 personas y factura 20.000 millones anuales.
El 27% de turistas viene por el ocio nocturno.
El 27% de turistas viene por el ocio nocturno.

El pasado domingo 28 de julio, Messi, Luis Suárez, Cesc, Jordi Alba y sus respectivas parejas bailaban en la discoteca Ushuaïa de Ibiza al ritmo de la música de Ozuma en una de las fiestas diarias que se dan en verano en la ya denominada ‘isla de los futbolistas’. Dos días después, casi los mismos protagonistas disfrutaban, también en Ibiza, de uno de los restaurantes-club-cabaret más exclusivos del mundo, el Lío. Messi, Suárez y Cesc junto a sus compañeras Antonela Roccuzzo, Sofía Balbi y Daniella Semaan se deleitaban con la ‘Fête Sauvage’ (Fiesta salvaje), el espectáculo que ofrece el local, además de una opípara cena compuesta de jamón de bellota Joselito, ostras Amélie, atún glaseado con almendras, carpaccio de gambas, lubina asada y lomo alto de black angus. Todo ello bien regado con champagne francés Dom Perignon.

La cuenta, teniendo en cuenta los precios de este local en el mismo puerto de Ibiza, no debió de bajar de los 10.000 euros. Un precio desorbitado para el bolsillo de cualquier mortal, pero no para la estrella del Barça al que, por ejemplo, el alquiler del yate Seven C, con el que ha estado surcando las aguas ibicencas estos días, le cuesta 52.500 euros semanales.

A casi 600 kilómetros de Ibiza, en Madrid, mientras los futbolistas disfrutaban de la lujosa y exclusiva noche ibicenca, John y su esposa Mia cenaban en un conocido restaurante-tablao del centro de Madrid, al lado mismo de la Plaza Mayor, la taberna de Mister Pinkleton, mientras disfrutaban del cante y el baile. Un menú típico a base de boquerones en vinagre, tortilla de patatas, ensaladilla rusa y jamón más paella por un precio de 65 euros por persona. Luego, John y Mia, procedentes de Portland, tomaron un par de gin tonics en un conocido bar de copas muy cercano al tablao flamenco, el Fígaro Café, de la calle Amnistía, a razón de 7 euros la copa. "Salir de noche en España es un lujo", aseguraban John y Mía, ambos de 51 años y funcionarios de profesión, en su ‘macarrónico’, español. “Hay seguridad, los precios son buenos, hay ambiente, fiesta… esto en Estados Unidos es imposible”, sentenciaban.

Valgan estos dos ejemplos para ilustrar la importancia que tiene el ocio nocturno en el sector turístico español. Según un estudio realizado por la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España (FASYDE) el 30,9% del público de los locales de ocio son turistas, un 20,1%, extranjeros, y un 10,79%, nacionales. El ocio nocturno es una actividad de gran relevancia en la oferta turística, y según el informe 'Ocio nocturno a nivel global: un fenómeno de dinamización económica', elaborado por Ostelea School of Tourism & Hospitality, España es uno de los líderes mundiales en este segmento. Una actividad que en nuestro país emplea a unas 250.000 personas y factura 20.000 millones de euros al año en unos 50.000 locales, entre discotecas y salas de fiestas, bares de copas, tablaos, salas de concierto, teatros y musicales, festivales musicales y verbenas, además de empresas proveedoras.

Además, un 27% de quienes viajan a España lo hacen atraídos por las opciones que ofrece la noche. El turismo es el 11% del PIB español y un 3% del mismo es responsabilidad del ocio nocturno. Más de 17 millones de españoles y 40 millones de extranjeros, el 50% del turismo internacional que visita España, consumen habitualmente ocio nocturno.

Así, si en junio nos visitaron 8,8 millones de turistas internacionales (40 millones en lo que va de año), un 3,2% más que en el mismo mes de 2018, alrededor de 2,7 millones lo hicieron por nuestra  oferta fiestera, donde estos turistas se dejaron buena parte de los 9.696 millones de euros que se gastaron durante su estancia en España.

El problema, que todo el ocio nocturno se asemeje a los ejemplos citados anteriormente y “dejemos ya de lado de una vez la imagen del turismo de borrachera ‘low cost’ que tanto daño nos está haciendo”, explican fuentes del sector. En este sentido, el antes citado informe de Ostelea concluye que, según el ranking de los 100 mejores clubes del mundo en 2018, España se encontraba a la cabeza mundial en cuanto a la calidad de su oferta de ocio nocturno. El análisis valora aspectos como la calidad del sonido, nivel de los Dj’s, servicios o la seguridad, entre otros, y que concluye que 22 clubes españoles han entrado en la lista de los 100 mejores del mundo: 13 de Ibiza, cinco de Barcelona, dos de Madrid, uno de Marbella y uno de Lleida.

“El ocio nocturno es una pieza fundamental de la oferta turística, es un atractivo de primer orden. Muchos destinos tienen la afluencia y la ocupación que tienen gracias a una oferta complementaria variada y de calidad en cuanto al ocio nocturno, de no ser así no tendrían esta ocupación tan elevada, pero muchas veces no se asocia con el ocio nocturno”, afirma Joaquim Boadas, secretario general de Spain Nightlife, una asociación creada en 2012, con presencia en Cataluña, Valencia, Ibiza, Andalucía, Madrid y Tenerife y perteneciente a la Asociación Internacional de Ocio Nocturno, que a su vez es miembro de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

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Turistas durante la Feria de Málaga. / AYTO DE MÁLAGA

No obstante, es un sector que tiene importantes desafíos por delante. “Uno de los principales retos en los que estamos trabajando es en el cambio de imagen. Muchas de las cosas que han acontecido en los últimos años se han achacado de forma injusta al sector del ocio nocturno, pero tampoco se ha hecho nada para mejorar esta imagen. El turismo de borrachera ha sido catastrófico para el sector del ocio nocturno y nos tenemos que recuperar y demostrar que los locales que están apostando por la calidad, la excelencia y por hacer las cosas bien, quieren desmarcarse de esos locales que no cumplen normativas”, afirma Boadas. Un ocio nocturno que “es cada vez más diurno, cultural y familiar, más diverso y más inclusivo. En estas circunstancias, el ocio nocturno, necesita reinventar su modelo de negocio de acuerdo con las nuevas pautas de consumo con la segmentación de los gustos por edades y perfiles y la incorporación de los nuevos canales de comunicación digital, que han dejado atrás las herramientas publicitarias convencionales”, afirma el presidente de FASYDE, Ramón Mas.

Solo en Ibiza, la industria del ocio aporta 770 millones de euros al año a la economía de la isla y genera el 35% del empleo total, según el estudio “Ibiza como marca mundial: el liderazgo en la economía del ocio”, un documento realizado por Carles Manera, catedrático de Historia Económica de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y por la también economista Vanessa Rosselló. Según este análisis, el gasto del 'turista musical' duplica el efectuado por toda una familia media de turismo de sol y playa y la industria del ocio es la "columna vertebral" del tejido empresarial de la isla donde existen 371 empresas de ocio, con un volumen de facturación de 500 millones de euros. Un volumen de negocio al que se suman otros 270 millones aportados por segmentos vinculados de forma indirecta, como promotores musicales y servicios relacionados, con 30 millones; la industria náutica y los servicios premium (25 millones) y los hoteles y restaurantes relacionados con el turista de discoteca, que generan 120 millones de euros y es que en Ibiza hay unos 40 restaurantes de alto nivel, con un gasto medio por persona superior a 100 euros.

El perfil tipo de los locales de ocio nocturno en España es el de un establecimiento de 8,3 trabajadores, de 8,5 años de antigüedad y una facturación media de 270.000 euros anuales, según FASYDE. Por otro lado, el informe aprecia un repunte del 28,75% en el consumo de los turistas en estos locales en los últimos 10 años. Por otro lado, el estudio de FASYDE señala que un 77,6% de las empresas tiene una media de 8,3 trabajadores y el 22,2%, plantillas con una media de 54,3 trabajadores. La media absoluta de empleados por compañía es de 18,7 empleados. Por volumen de negocio, el 72,7% factura en torno a los 270.000 euros, mientras que en el 27,7% está en torno a los 1,8 millones de euros. Un sector, en fin, que se enfrenta a una profunda renovación, que viene, en buena parte, debida a su ‘asociación’ con el turismo’ que “parece anticipar la profunda renovación y la necesaria refundación del sector, que contempla como una oportunidad los nuevos modelos de consumo del ocio en relación a las nuevas motivaciones recreativas, la importancia creciente del turismo, la ampliación de las franjas horarias, el nuevo protagonismo de la tarde, la irrupción de los festivales y de una nueva cultura de las celebraciones y eventos especiales".

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