Encuesta a las empresas familiares

Apenas un tercio de las empresas confía en la recuperación que promete Sánchez

Los empresarios familiares consideran que los pactos de estado y las reformas estructurales son más críticas que los fondos europeos para garantizar una recuperación sólida de la economía española

La gran empresa maniobra para crear un frente común ante el 'trágala' del CGPJ
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EFE

La hoja de ruta económica del Gobierno de España se sustenta en una recuperación rápida, con un crecimiento del PIB del 9,8% ya en 2021 y el retorno en 2022 a los niveles de producción que se acreditaban antes de la pandemia; y una fuerte creación de empleo en los próximos tres años que permitirá generar 800.000 puestos de trabajo en el trienio 2021-2023. Ese escenario de aumento rápido de la actividad económica y fuerte creación neta de empleo sólo resulta creíble para el 1% de los empresarios, según la tradicional encuesta virtual que el Instituto de la Empresa Familiar realiza a sus asociados en todos los congresos nacionales de la institución

La gran mayoría, cerca de un 70%, auguran que 2021 será un año complicado, en el que habrá un crecimiento frágil que no permitirá la creación de puesto de trabajo. De hecho, sólo el 10% de los empresarios encuestados prevén que sus empresas aumentan plantilla el próximo año, a pesar de que el 80% admiten haberse visto obligados a recortar empleo como consecuencia de la crisis sanitaria. Desde el año 2017 las expectativas de los empresarios respecto a la evolución de la actividad económica y el empleo no han parado de empeorar y, de hecho, éste no es el ejercicio en el que han sido más pesimistas sobre el particular. 

Ese pesimismo se ve atenuado cuando de lo que se trata no es de discernir el comportamiento futuro de la economía sino el del propio negocio. Una tercera parte de los empresarios encuestados por el IEF confían en que en 2021 se producirá un incremento de las ventas y el porcentaje supera el 70% si se incluye a los que piensan que el año que viene el negocio se mantendrá más o menos en los mismos niveles que este año, lo cual ya es de por sí poco optimista. En general, los empresarios consideran que no recuperarán el nivel de facturación anterior a la crisis hasta bien entrado el año 2022.

En general, no obstante, las empresas han empeorado sus expectativas respecto al comportamiento de la economía española, que ha caído a niveles que no se veían desde el año 2013 cuando la salida de la gran crisis de hace una década era más una intuición que una realidad.

Mirando hacia el futuro, los empresarios familiares -más acostumbrados a trazar y gestionar proyectos de largo aliento- consideran más importantes para la recuperación de la economía española la aprobación de reformas estructurales de calado, los acuerdos políticos en materias sensibles y las soluciones sanitarias para contener la pandemia que el potencial de los 140.000 millones de euros en fondos europeos que llegarán a España a partir del año 2021 si nada se tuerce.

Respecto al destino que deberían tener esos fondos, los empresarios priorizan las infraestructuras, seguidas por los planes de digitalización y desarrollo de nuevas tecnologías, los planes de transición energética y crecimiento sostenible, la educación y los planes de formación.

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