Linde desaconseja subir los salarios en España antes de que lo hagan otros países

  • Linde sale en defensa del índice que determina la revisión anual del 0,25% en las pensiones y vincula la sostenibilidad del sistema a su aplicación
Luis Linde, gobernador del Banco de España.
Luis Linde, gobernador del Banco de España.

El gobernador del Banco de España, Luis Linde, cree que hay razones de peso que justifican que los salarios no estén subiendo en España como cabría esperar, entre las que cita la singular evolución del mercado de trabajo español, en el que el empleo a tiempo parcial está ganando terreno al empleo a tiempo completo y su efecto tira para abajo de la estadística de subida salarial general. "Se trabaja menos horas de media y eso incide sobre la subida de los salarios, y también explica otras cosas como el repunte de la desigualdad", ha explicado el gobernador del Banco de España en la comparecencia que ha abierto la ronda de comparecencias de cargos públicos para explicar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2018. 

Linde ha explicado que la contención salarial está detrás, por ejemplo, de la tibia evolución de la inflación y por extensión del mantenimiento del tono expansivo de la política monetaria. El gobernador no niega que la evolución de los salarios en España esté siendo "pobre", pero eso no implica necesariamente que haya que actuar para cambiar esto...

¿Hay que estimular entonces a los agentes sociales para que suban los salarios en España como está haciendo el Gobierno? Para Luis Linde la respuesta no podría ser más clara: no. El gobernador del Banco de España considera que la moderación salarial es un fenómeno global", cuyas causas y consecuencias están siendo analizadas "por los mejores equipos de economistas del mundo", que se ha convertido en un asunto crítico que está comprometiendo, por ejemplo, la política monetaria y que no sería aconsejable que un país aislado por su cuenta y riesgo adoptara la decisión de incrementar los salarios de una forma más significativa que los países de su entorno porque "no serviría de nada y las consecuencias para ese país no serían positivas".

El gobernador del Banco de España, en la que ha sido su última comparecencia sobre Presupuestos (su cargo vencerá el próximo mes de junio), avanzaba de una forma muy general parte de las conclusiones de un informe que el órgano regulador está elaborando sobre la desigual en España y que el organismos publicará en los próximos días.

La afirmación va en línea con la perspectiva trasladada la pasada semana por el Servicios de Estudios del BBVA que adelantó que España podría crear alrededor de un millón de empleos en los próximos dos años...si los salarios no suben por encima del 2%. Linde ha subrayado que en la lucha contra la desigualdad social el desempleo tiene mayor incidencia que los salarios y que incluso la distribución de la jornada - tener un contrato a tiempo completo o a tiempo parcial - influye más sobre la situación personal de un individuo que el salario. 

Las amenazas que afronta España

Siguiendo una costumbre inveterada de los gobernadores del Banco de España, Luis Linde dedicó la práctica totalidad de su discurso a trasladar su diagnóstico de la situación económica y a apuntar las recetas que, en opinión del regulador del mercado financiero, deberían aplicarse en el país para que las cosas fueran mejor. Ni una línea a glosar los riesgos que sobre la evolución económica de España puede tener la evolución del sector financiero, aún cuando no hace ni un año de la resolución del Banco Popular y cuando aún queda buena parte de los activos tóxicos heredados de la crisis amenazando el futuro de las cuentas públicas.

Linde prefirió hablar de los retos que afronta el presupuesto público en otros ámbitos y singularmente en uno de sus temas preferidos el sistema de pensiones. En un contexto de contestación generalizada al índice de revalorización de las pensiones que 'condena' a los pensionistas a ver como sus pensiones se revalorizan un 0,25% anual ejercicio tras ejercicio, el gobernador del Banco de España salió en defensa de este índice, cuya acción, dijo, "lograría, en contexto económicos favorables, reducir de forma gradual el actual déficit (del sistema de Seguridad Social) que alcanzó un 1,5% del PIB en 2017".

No hacerlo, advirtió Linde, expondría al sistema al impacto directo del martillo de la evolución demográfica, que forzaría un incremento inexorable del gasto público de entre el 1,5% y el 2% del PIB anual con una factura acumulada del 21% cuando se llegara a 2050 y, por tanto, lo forzaría a generar ingresos para enjugar esta millonaria factura.

Linde admitió su preocupación por el nivel de deuda pública de la economía española, el 98,3% del PIB, y en particular por la ausencia de medidas correctoras para reducirla por parte del Gobierno. A estos efectos subrayó que los Presupuestos de 2018, con sus medidas de incremento del gasto - mencionó la subida salarial a los funcionarios y la subida de las pensiones- y de reducción del gasto - citó la rebaja fiscal en el IRPF- supondrán un año perdido para la reducción del desequilibrio estructural de las cuentas públicas españolas y apenas contribuirá a mejorar la eficiencia del gasto público.

Tampoco servirá para acercarse a otros objetivos que Linde consideró relevantes, como garantizar la suficiencia de ingresos de las comunidades autónomas. Linde urgió abiertamente a consensuar la reforma de la financiación autonómica, mejorando su transparencia, aumentando la capacidad de los gobiernos autonómicos para gestionar sus impuestos y proporcionando a los gobiernos regionales los recursos que necesitan para cubrir con suficiencia las competencias que tienen asignadas.

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