Según la Comisión Europea

El alza de tipos y la subida de préstamos e hipotecas copan los riesgos para España

Hogares y empresas pueden ser los principales afectados en caso de que el Banco Central Europeo tenga que mantener por más tiempo de lo previsto su política agresiva de subida del precio del dinero para controlar el IPC

El vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis (izquierda) y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni
El vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis (izquierda) y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni
Agencia EFE

La Comisión Europea apunta al elevado nivel de paro (la tasa de desempleo cerró el primer trimestre en el 13,26%) y de deuda, tanto pública como privada, como los dos principales desequilibrios de la economía nacional. Estos dos elementos de inestabilidad han ido mejorando, pero siguen muy presentes, y pueden verse afectados por los "riesgos potenciales" vinculados al impacto de las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y al encarecimiento de los préstamos e hipotecas para las familias y las empresas. Son algunas de las conclusiones que se incluyen en las recomendaciones del Paquete de Primavera presentadas el miércoles y con las que el Ejecutivo Comunitario ha respaldado la senda fiscal comprometida por España en el último Programa de Estabilidad 2023-2026 remitido a Bruselas. 

Ante una inflación obstinada -la tasa general escaló en abril al 7% en la Eurozona y la subyacente se mantiene en zona de máximos en el 5,6%-, el presidente del Bundesbank, Joaquim Nagel, aseguraba esta misma semana que el Banco Central Europeo (BCE) necesitará más subidas de tipos de interés para controlar la inflación y tendrá que mantener ese nivel durante un tiempo suficientemente largo. "Es posible que hayamos entrado en un nuevo régimen, en el que la inflación no sólo es más alta durante más tiempo, sino también mucho más rígida que en el pasado", alerta Alessandro Tentori, CIO de AXA IM en Italia. 

En su opinión, es posible que en la actual coyuntura los responsables políticos no se enfrenten a una disyuntiva bien definida entre desempleo e inflación. Esto supondría, entre otras cosas, que una recesión no tendría por qué ser suficiente para enfriar el alza de precios. Las expectativas de nuevas alzas del precio del dinero apuntan a un encarecimiento todavía mayor del crédito. El Euríbor, el índice de referencia para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, ha alcanzando en las últimas horas su nivel más alto desde antes de que estallasen las turbulencias financieras en marzo (con la quiebra del SVB estadounidense y los problemas en Europa con Credit Suisse). 

En tasa diaria el indicador se ha situado en el 3,932%, el cuarto registro más elevado en lo que va de ejercicio y regresa a niveles similares a los observados durante la crisis financiera de 2008. El problema no es solo que los hogares vayan a tener por delante un encarecimiento notable de la cuota en las próximas revisiones, sino también el efecto arrastre que el indicador provoca sobre la oferta de préstamos para adquirir vivienda a tipo fijo, que la banca también está endureciendo. Así, las entidades han disparado el coste del crédito casi un 77% a lo largo del primer trimestre de este año.

Un par de subidas más de tipos y Euríbor al 4%

En las últimas semanas ha aumentado la preocupación conforme varias instituciones y analistas comentaban que después de casi diez meses de subidas de los tipos de interés -cuyos impactos en la economía real suelen producirse con un cierto retardo- ese alza se nota ya en el coste de las hipotecas, de los préstamos... Hasta ahora esto no se ha percibido en la evolución de la morosidad, que se redujo en febrero al 3,55%, pese a que la hipoteca media ha visto encarecerse su cuota en más de 300 euros al mes. "Es bastante elevado y aún queda un cierto recorrido al alza", apunta a 'La Información' Santiago Carbó. El director de Estudios Financieros de Funcas y catedrático de la Universidad de Valencia no descarta un par de subidas más de tipos y que el Euríbor las refleje y supere el 4% porque, probablemente, el BCE elevará sus tasas de referencia por encima de ese nivel el próximo mes de julio.

Desde su punto de vista, si la economía resiste y el mercado laboral también, la morosidad repuntará pero en general no será muy significativa ni en hipotecas familiares -con los datos disponibles hasta la fecha- ni en los préstamos a empresas. Puede enfriar algo más el consumo -que ya ha venido resintiéndose en los últimos trimestres- y la inversión tanto de empresas como de particulares en vivienda y hay que vigilarlo, pero en general "no me preocupa que la morosidad se vaya a convertir en un problema grave", añade Carbó. Evidentemente, las familias lo están notando porque han perdido poder adquisitivo y han visto reducirse sus ahorros, pero mientras el empleo siga aumentando podrán reordenar sus cuentas. 

A esto añade la modificación del Código de Buenas Prácticas para hogares vulnerables y las medidas para aquellos en riesgo de vulnerabilidad aprobados por el Gobierno. En lo que concierne a los créditos a empresas (sobre todo aquellos que tenían el aval del ICO que terminarían afectando a las garantías que puso el Estado), si la economía resiste, la demanda se mantendrá también relativamente estable y estas podrán seguir trabajando con buenos márgenes. "Creo que a partir de 2024 los tipos van a bajar prácticamente en todo el mundo" si se controla la inflación y ante el mayor debilitamiento previsto de las economías, añade Carbó, que se muestra "razonablemente optimista" sobre las perspectivas para familias y empresas en una coyuntura como la actual. 

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