Susanna Griso: es una buena oportunidad para hacer una segunda transición

  • Nació en octubre de 1969 en Barcelona y en 1992 se licenció allí en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma. Piensa que en momentos como los actuales hay una oportunidad "muy buena" para hacer una segunda transición, que solo resistirán las cadenas de TV más fuertes y reconoce que se "desnuda mucho" al frente de "Espejo Público".

Cristina Heusel

Madrid, 24 feb.- Nació en octubre de 1969 en Barcelona y en 1992 se licenció allí en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma. Piensa que en momentos como los actuales hay una oportunidad "muy buena" para hacer una segunda transición, que solo resistirán las cadenas de TV más fuertes y reconoce que se "desnuda mucho" al frente de "Espejo Público".

Se trata de Susanna Griso, ahora en la primera plana televisiva presentando en Antena 3 Televisión "Espejo Público".

Una periodista que comenzó su andadura profesional en la radio -en Catalunya Radio- y que tres años después (1993) dio el salto a la televisión a través de TV3 con el espacio de entrevistas "Tres senyores i un senyor", desde donde salta al informativo "Telenoticies".

Ya en 1998 ficha para Antena 3 y conduce junto a Matías Prats la primera edición de "Antena 3 Noticias" y, posteriormente, presenta "Antena 3 Noticias 2".

Hasta el estreno de "Espejo Público", en diciembre de 1996, presenta desde mayo de ese año "Antena 3 Noticias 1" junto a Roberto Arce.

En una entrevista con EFE, Griso hace repaso a un sin fin de asuntos con convencimiento y sin eludir ninguna opinión, al igual que hace todos los días entre las 09.00 y las 12:15 horas, donde, revela, "me desnudo mucho".

Algo que en un informativo "no es tan necesario" pero en un programa de actualidad como el suyo que es "un carrusel de sentimientos, es bueno que el espectador vaya siguiendo el programa a la vez que yo. Me desnudo para ser cómplice con él".

"No hay ni trampa ni cartón, soy yo misma para lo bueno y para lo malo. Es una prueba de fuego", asegura Griso, rotundamente convencida de que este programa le ha regalado sus mejores años profesionales.

Un espacio que afronta con la opinión de que un buen comunicador ha de ser siempre crítico con el poder, empatizar con la audiencia y ser honesto con los espectadores; y que ella misma enfrenta preparándose a fondo las entrevistas -"siempre he sido así, desde pequeña era una rata de biblioteca"-, y obsesionada por la documentación sobre lo que va a tratar en el programa.

"Las mejores improvisaciones son las mejor preparadas", opina Griso, quien prepara un nuevo programa en horario de máxima audiencia del que no desvela mucho.

De éste, sólo se aventura a desvelar que el plató está prácticamente terminado y "es muy bonito". Una cosa que le preocupa mucho de él es "cómo lo compatibilizo y me organizo para estar al cien por cien en 'Espejo Público' y en un programa en 'prime-time'".

Una organización que ahora mantiene perfectamente entre su espacio matinal y su familia, y que no cree se verá alterada por este nuevo programa.

Y es que dice que hoy por hoy no le resulta difícil -entre otras razones por su horario- conciliar su vida profesional con la personal.

Una vida personal en la que los asuntos de la familia y los hijos "pasan por delante de lo mío". "Para los hijos lo suyo es más importante, algo que a mí me permite desconectar y darles prioridad".

En su conversación con EFE Griso también se refiere a las nuevas tecnologías y los medios impresos.

Asegura que se "resiste" a dejar el papel -del que se declara "firme defensora"-, que éste y el diario digital están "obligados" a coexistir y que el periódico "más que nunca debe apostar por las grandes firmas y el análisis".

Reconoce que ella misma ha estado mucho tiempo "peleada" con las nuevas tecnologías pero que, sin embargo, ha acabado siendo "muy activa" en twitter, y cree que el periodista está "obligado" a escribir sus propios mensajes.

En lo político, la conocida periodista se muestra "en contra de los medios de trinchera" y quiere dejar claro que no se casa "con absolutamente nadie".

Y por ello considera que esta época es más convulsa que el final de quinta legislatura aunque, pese a que en la actualidad es difícil encontrar un ámbito que se salve, "yo soy de las que ve la botella medio llena, pese a todo".

"Estamos ante una oportunidad muy buena para hacer una segunda transición para hacer todas esas reformas que quedaron antes pendientes y no nos atrevimos a hacerlas en épocas de bonanza económica (...) ahora hay que regenerar nuestras instituciones", concluye Griso.

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