La principal diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito es la forma en la que se paga la deuda que se produce al realizar una compra. Si es una tarjeta de débito, cuando hagamos algún pago con esta tarjeta, se nos descontará al momento de nuestra cuenta bancaria.
Por el contrario, una tarjeta de crédito nos permite pagar incluso si no disponemos del saldo necesario en nuestra cuenta. Este pago no es más que un aplazamiento de la deuda, pues se efectuará el cobro del gasto al mes siguiente. Al pagar con una tarjeta de crédito, el banco nos adelanta el dinero de la compra por lo que estamos contrayendo una deuda con la entidad bancaria que deberemos saldar antes o después.
Para devolver el crédito “prestado” por nuestro banco mediante la tarjeta de crédito, existen tres opciones:
- Hacer el pago a final de mes o estableciendo un día del mes siguiente.
- Pagar a plazos, dividiendo la deuda en porcentajes, lo cual tendrá un coste extra.
- Abonar una cuota fija marcando una cifra que se irá devolviendo según los tiempos establecidos.
Otra de las principales diferencias entre los dos tipos de tarjetas es la facilidad de acceso a las mismas. Que un banco te conceda una tarjeta de débito es más fácil que una de crédito. Solicitar una de crédito es un proceso más complejo a que, al estar hablando de un método de financiación, el banco analizará el riesgo de endeudamiento de la persona.
Si la entidad bancaria no considera que el cliente es suficientemente solvente, no le concederá la tarjeta de crédito, mientras que para obtener una de débito tan solo bastará con hacer un contrato sencillo.
Las comisiones y los servicios vinculados también son diferentes. Las tarjetas de crédito suelen cobrar unos intereses por sacar dinero del cajero y por aplazar y fraccionar los pagos. Las de débito no lo hacen ya que estos servicios no están incluidos en su contrato. Los seguros vinculados a las tarjetas frecuentemente son más completos en las de crédito, ya que el riesgo es mayor.
En resumen, las tarjetas de crédito conllevan más responsabilidad y control de gasto debido a que te puedes gastar más de lo que tienes en la cuenta, pero nos ofrecen la ventaja de aplazar pagos y ser más seguras. Las tarjetas de débito son más sencillas y nos darán menos preocupaciones si es lo que buscamos.
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