¿Te ha salido a pagar en la renta? pasos para fraccionar o aplazar el pago

  • Si la declaración de la renta le sale positiva al contribuyente, este debe abonar el pago pero es posible fraccionarlo. 
El fraccionamiento de la deuda es el método más recomendado para pagar el IRPF
El fraccionamiento de la deuda es el método más recomendado para pagar el IRPF

Estamos ya en plena campaña para la declaración de la renta 2017 y serán muchos los contribuyentes a los que le toque pagar el IRPF a lo largo de estos días. Para quien se encuentre en esa tesitura puede resultar útil saber que existen  diversas fórmulas para  aplazar el dinero a pagar en la declaración del IRPF. Es decir, si no puedes abonar de una vez toda la cantidad podrás aplazarlo o fraccionarlo.

El fraccionamiento o aplazamiento del pago son dos de las vías que nos da la Agencia Tributaria para realizar el pago de la declaración. Aunque no son las únicas, ya que también existe la posibilidad de pedir un préstamo RENTA en nuestro banco para financiar el abono de este pago.

¿Cómo fraccionar el pago del IRPF?

La opción más utilizada por los contribuyentes consiste en fraccionar el pago de la deuda para no asumirlo todo de una vez. Lo más habitual es dividirlo en dos pagos fraccionados: uno cuando se entrega la Declaración y otro antes del 5 de noviembre de 2018. En el primer plazo se pagará el 60% del IRPF y en noviembre, el 40%.

Para poder hacer este trámite deberemos marcar la casilla correspondiente en la última página de nuestra declaración. También podremos hacerlo a través de la página web o la nueva aplicación Renta 2018. El plazo para pedir este fraccionamiento del pago del IRPF es el 27 de junio de 2018.

Aplazar la deuda

Otra de las formas de no desembolsar de una vez todo el dinero de la declaración es el aplazamiento de la deuda. Este trámite no suele ser tan utilizado como el fraccionamiento debido a que se trata de un proceso más largo y difícil de conseguir.

Para aplazar la deuda debemos llegar a un acuerdo con la Agencia Tributaria y presentar toda la documentación que justifique que no podemos asumir el pago de la cantidad. Estos documentos serían los ingresos, las cargas que tengamos, las deudas…

Además de justificar nuestra situación económica deberemos proponer un calendario de pago y que este sea aceptado por Hacienda. A su vez los costes de este aplazamiento deberán ser abonados por el contribuyente. Se estima que los intereses rondan el 3,75% de la deuda. Si la cantidad que debemos pagar es superior a 30.000 euros, habrá que presentar un aval.

Tras presentar toda la documentación y los avales, Hacienda puede denegarnos el aplazamiento de la deuda si no se cumple con sus exigencias. Al tratarse de un trámite tan largo y tedioso la mayoría de los contribuyentes optan por fraccionar el pago del IRPF.

Financiación bancaria

Como última opción existe la posibilidad de conseguir la financiación de la deuda por parte de un banco. Este préstamo es especial y es recomendable ir a cada entidad bancaria para preguntar por esta forma de pago.

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