Plan de estabilización

Temporalidad, formación y salarios: los tres males de los interinos de cultura

Los trabajadores públicos del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) acumulan contratos temporales con la administración durante años por la escasez de convocatorias en el organismo.

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El Teatro de la Zarzuela.

El sector de las artes escénicas y de la música está muy vinculado a la temporalidad. Los profesionales que se dedican a este tipo de actividades suelen tener contratos que duran lo que dure la temporada teatral o la gira de conciertos. De esta realidad no escapan los trabajadores públicos del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM). Pese a pertenecer a la administración general del Estado (AGE), la estabilidad de los profesionales, en los últimos años, ha ido en función de la duración de los contratos temporales en el Teatro de la Zarzuela o en el Coro Nacional. 

Ahora, el plan de estabilización acordado entre el Ministerio de Hacienda y Función Pública tiene como objetivo reducir el número de trabajadores temporales en la administración, también en el sector cultural. No obstante, los sindicatos señalan que en las plazas ofertadas no se han tenido en cuenta aquellas que resultan estructurales y que llevan años ocupadas por diferentes trabajadores. Que no se convoquen estas plazas, añaden, provoca que hay más competencia entre los interinos que quieren consolidar su puesto público. Pero esa no es la única traba para estos empleados que accedieron al INAEM con bachillerato y ahora les exigen formaciones profesionales para las que no les han dado un plazo para estudiar.

Si la temporalidad en la AGE es de entre el 8 y el 19%, según datos de UGT, esta escala hasta el 30% en el INAEM. Javier Figueroa, responsable de cultura en la organización sindical, explica a este periódico que esta situación es la consecuencia de no haber convocado prácticamente ofertas de empleo entre 2008 y 2016. El pasado año sí hubo una oferta pública de empleo, pero un año después no ha sido resuelta. Por ello, creen que es necesario que los trámites se agilicen para la incorporación de personal de forma indefinido.

Carmen Rubio es peluquera en el Teatro de la Zarzuela y después de firmar 60 contratos en 11 años, los tribunales reconocieron que se había producido fraude de ley y que su figura debía ser la de indefinido no fijo hasta que se convocara la oferta de empleo para su puesto. Pero en este tiempo se publicó el IV Convenio único para el personal de la AGE y en él se establecía que la formación necesaria para acceder al puesto de trabajo que Carmen lleva 16 años desempeñando era un grado superior de formación profesional. Sus 54 años no frenaron la ambición de esta empleada pública que decidió volver a estudiar para obtener la certificación que le solicitaban, pero al convocarse su plaza, la FP asociada a su puesto era otra. "No tiene sentido que me pidan una formación en la que los profesores tienen la misma titulación que yo", critica. 

Rubio y otros compañeros reclaman una moratoria para poder actualizar la formación que ahora les exige la administración para continuar en un puesto en el que llevan años con contratos temporales o tras haber sido reconocidos como indefinidos no fijos, a través de los tribunales. Este asunto llevó a los museos estatales a reducir sus horarios de apertura el verano pasado al no contar con personal suficiente. La titulación para ser vigilante de sala no estaba determinada y, por ello, no podían convocarse plazas. Finalmente, hubo un acuerdo entre Función Pública y los trabajadores.

Desde el Ministerio apuntan que "el pasado 29 de diciembre de 2021 se formalizó un acuerdo entre los Ministerios de Hacienda y Función Pública, y de Cultura y Deporte y los sindicatos UGT, CCOO y CSIF que regulaba la posibilidad de los técnicos de los teatros nacionales de presentarse a los procesos de estabilización de empleo temporal. El acuerdo alcanzado reconoce la necesidad de acordar unos criterios específicos en los requisitos de titulación para que el personal temporal contratado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) pueda participar en los procesos selectivos de estabilización, de manera que los técnicos que actualmente trabajan de forma temporal en las unidades artísticas del INAEM puedan presentarse a los procesos de estabilización correspondientes con la titulación que tienen actualmente y que en su día les permitió acceder al proceso selectivo de empleo temporal".

Vanesa Arévalo es regidora en el Teatro de la Zarzuela y también considera clave que la administración diese una moratoria a los empleados públicos para que estos pudieran actualizar la formación que se les demanda. "Casi todo el INAEM está sobrecualificado", justifica. En el caso de las profesiones técnicas vinculadas al teatro, la administración exige ahora formación relacionada con el sector audiovisual. "No tiene sentido, esto es un espectáculo en vivo", explica Arévalo quien también ha firmado una "inumerable" cantidad de contratos por 15 días, semanas o meses. 

La regidora resume que los grandes problemas del sector cultural en el ámbito público son la temporalidad, la formación y también la brecha de género en cuestión de salarios. En este sentido, señala que las secciones tradicionalmente feminizadas dentro del INAEM siguen cobrando de acuerdo al convenio de 1996 y supone que reciban unos 100 euros menos por los complementos a su salario. "Tradicionalmente en el teatro los oficios técnicos de sastrería o peluquería han sido desempeñados por mujeres, mientras que iluminación o sonido lo eran por hombres. Tanto a unos perfiles profesionales como a los otros se les aplica unos complementos específicos que provienen de los Convenios de origen y que figuran desde hace 20 años en una disposición transitoria del Convenio, como son el de desplazamiento horario o el de trabajo en días festivos que pretenden compensar los horarios laborales especiales y cambiantes que este personal realiza debido a los montajes y funciones cualquier día de la semana", denunciaba CCOO ya en 2018, una situación que sigue sin resolverse.

Buscar la estabililidad

La mayoría de empleados públicos de la cultura optan por el sector de la AGE para lograr una estabilidad que el sector privado puede que no les dé. Sin embargo, se encuentran con que ni pese a aprobar los exámenes correspondientes consiguen la plaza que buscan. Una de las cantantes del Coro Nacional de España explica a este periódico que entró en el coro para cubrir una interinidad en 2010 y que pasaron varios años con un contrato temporal hasta que se convocó la plaza a la que optaba. "Ya era hora que hubiera un proceso de estabilización, da la sensación de que la administración hace artimañas para no garantizar los derechos", señala.

"Esta situación tiene consecuencias para los trabajadores: no pueden solicitar un crédito, cuando en un banco ven que son interinos y que la nómina es temporal, no tienen esa opción", explica Javier Figueroa. Las fuentes consultadas se dividen entre quienes confían en que el proceso de estabilización contribuya a reducir esta temporalidad y los que consideran que se trata de "un parche" que no solventa la situación.

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