Tensiones entre Ucrania y Rusia amenazan suministros de gas a partir de junio

  • La reunión mantenida hoy en Varsovia entre los responsables de Energía de la UE, Ucrania y Rusia se saldó con el único compromiso de mantener nuevos contactos en mayo y la amenaza de que, si Kiev no paga su deuda a Moscú antes de fin de mes, Rusia reducirá el suministro de gas a partir de junio.

Nacho Temiño

Varsovia, 2 may.- La reunión mantenida hoy en Varsovia entre los responsables de Energía de la UE, Ucrania y Rusia se saldó con el único compromiso de mantener nuevos contactos en mayo y la amenaza de que, si Kiev no paga su deuda a Moscú antes de fin de mes, Rusia reducirá el suministro de gas a partir de junio.

El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, y los ministros del ramo de Ucrania, Yuriy Prodan, y Rusia, Alexandr Novak, fueron incapaces de llegar a un acuerdo que asegure el volumen de gas ruso que llega a Ucrania y a la UE, que previsiblemente se verá mermado si Kiev no abona la deuda contraída con la gasística rusa Gazprom.

Según Gazprom, Ucrania le debe 3.500 millones de dólares por el carburante importado, cifra que aumentó considerablemente el pasado abril después de que la compañía rusa elevó su tarifa de venta a la empresa energética ucraniana Naftogaz.

Oettinger, quien reconoce la existencia de la deuda de gas de Ucrania, manifestó que la Comisión Europea estudia ofrecer asistencia financiera a Naftogaz.

A pesar de la falta de acuerdo hoy en Varsovia, el comisario europeo valoró la voluntad de dialogar de las partes y anunció que a mediados y finales de este mes tendrán lugar dos nuevos encuentros en los que la UE mediará para intentar desbloquear la situación.

La estatal Gazprom proporcionó alrededor del 30 por ciento del gas que Europa consumió en 2013, casi 163.000 millones de metros cúbicos, que en su mayoría transitaron por los gasoductos de Ucrania, por lo que cualquier disminución en el volumen de carburante que llega a este país afectaría también a la UE.

El ministro ruso de Energía se declaró preocupado de que Ucrania no sea capaz de almacenar el suficiente gas durante los meses de verano para asegurar el tránsito a los países europeos en la temporada de invierno.

Novak advirtió de que, si Ucrania no paga sus facturas de gas esté mes, Gazprom puede reducir el suministro en junio.

Su par ucraniano amenazó con llevar a Gazprom a un arbitraje internacional si no se alcanza un acuerdo sobre los precios del combustible, ya que su país no es capaz de pagar en las condiciones actuales.

Prodan calificó las condiciones de Gazprom de "discriminatorias", y recordó que su país tiene la tarifa más alta de todos sus clientes: 485,5 dólares por 1.000 metros cúbicos desde abril de este año, muy por encima del precio medio, después de que Rusia anulara los descuentos que le venía aplicando.

"Ucrania puede pagar la deuda, está preparada a asumir sus obligaciones, pero no al precio fijado por Gazprom desde el 1 de abril, una tarifa injustificadamente elevada", dijo Prodan.

A finales de 2013, Rusia rebajó el precio de gas hasta los 268,5 dólares por 1.000 metros cúbicos, dentro de un paquete de medidas de asistencia financiera al entonces presidente, Víktor Yanukóvich, acosado por protestas opositoras diarias.

Sin embargo, con el cambio de poder en Kiev en febrero, Gazprom suspendió la rebaja desde abril.

Entre las causas se encuentra la suspensión de una de las cláusulas de rebaja previstas por contrato: la que se refería a la prórroga para mantener la Flota rusa del Mar Negro en la localidad de Sebastopol, en Crimea, una región que en marzo pasado votó por separarse de Ucrania y reincorporarse a Rusia.

Un informe presentado en marzo por la Comisión Europea constataba que los precios del gas y la electricidad varían de país a país, e incluso dentro de algunos países, algo que para Bruselas genera desventajas competitivas en los Veintiocho.

Oettinger propuso que el gas ruso importado tenga un precio uniforme en toda la Unión Europea y en Ucrania, Georgia y los Balcanes occidentales, algo que se podría lograr mediante la creación de una institución paneuropea encargada de negociar las tarifas con Moscú.

La fórmula ha sido propuesta por Polonia, uno de los países más dependientes de las importaciones de gas ruso y con una relación históricamente compleja con el Kremlin, como solución para reforzar la posición europea a la hora de negociar las condiciones de importación con Moscú.

El titular de Energía ucraniano se mostró favorable a instaurar un precio único para el gas en toda Europa.

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