ThyssenKrupp pierde 1.500 millones de euros en su año fiscal 2012-2013

  • El grupo industrial alemán ThyssenKrupp registró unas pérdidas netas de alrededor de 1.500 millones de euros en su año fiscal 2012-2013, frente a los 5.000 millones del ejercicio anterior.

Berlín, 30 nov.- El grupo industrial alemán ThyssenKrupp registró unas pérdidas netas de alrededor de 1.500 millones de euros en su año fiscal 2012-2013, frente a los 5.000 millones del ejercicio anterior.

La firma, en la presentación de sus resultados, achaca las nuevas pérdidas, principalmente, a la carga que supuso su filial de acero en EEUU, cuya venta cerró ayer a un consorcio formado por ArcelorMittal y Nippon Steel por 1.140 millones de euros.

El beneficio bruto o EBITDA del grupo en este año fiscal ascendió a 1.222 millones de euros, frente a los 1.544 del ejercicio anterior.

Por su parte, el beneficio neto de explotación o EBIT se situó en 538 millones, frente a los 4.370 millones de los doce meses que acabaron en septiembre de 2012.

Según destacó ThyssenKrupp, se registró un flujo de caja positivo de 600 millones de euros por primera vez en seis años.

La deuda financiera neta se redujo de 5.800 millones a 5.000 millones, alrededor de 1.500 millones menos que el récord que alcanzó en marzo de 2012.

El programa de ajuste puesto en marcha por la empresa alemana, denominado "Impacto 2015", se tradujo en un ahorro de 600 millones de euros en el pasado año fiscal, por encima de los 500 millones previstos.

Por otro lado, la firma realizó inversiones de capital por valor de 1.400 millones de euros.

Aunque la empresa logró reducir considerablemente sus pérdidas, no repartirá dividendos por el ejercicio pasado, con lo que prorroga la decisión que adoptó hace doce meses por primera vez en su historia.

ThyssenKrupp espera que su negocio siga aumentando en los próximos años.

El objetivo para el próximo año fiscal es incrementar el EBIT ajustado hasta cerca de 1.000 millones de euros y reducir los costes en otros 850 millones.

La operación de venta de la planta estadounidense, que debe ser aprobada por las autoridades regulatorias de EEUU y otros países, va acompañada de un contrato de suministro a largo plazo de la fábrica de acero en Brasil, que por el momento seguirá en manos de ThyssenKrupp.

El grupo alemán también acordó ayer dar marcha atrás en la venta de su filial de acero Inoxum a la finlandesa Outokumpu, firmada el año pasado.

ThyssenKrupp recuperará la planta italiana Terni y la firma VDM y cancelará los acuerdos financieros con Outokumpu.

El presidente del grupo, Heinrich Hiesinger, reconoció al presentar los resultados que quedan por delante años complicados.

"Cuando se reforma una empresa que ha maniobrado durante años en una profunda crisis pasan años hasta que la compañía se asienta de nuevo en unas bases razonables", señaló.

El grupo alemán tendrá que digerir nuevas cargas por la decisión de dar marcha atrás en la venta de Inoxum a Outokumpu.

Hiesinger asumió también la imposibilidad de vender la planta brasileña, motivo de millonarias pérdidas, pero consideró que el acuerdo de suministro alcanzado es sensato.

Con él el grupo espera reducir riesgos y sacar a la planta brasileña de los números rojos a medio plazo.

ThyssenKrupp, que plantea una ampliación de capital de hasta un 10 por ciento, no dio plazos para esa operación y tampoco reveló si la Fundación Krupp, principal accionista con el 25,1% de la firma, tomará parte en ella.

Mostrar comentarios