Todos los actores secundarios opinan sobre la batalla por Repsol, pero el protagonista calla

  • El pacto entre Sacyr y Pemex para tomar el control de Repsol está dando mucho que hablar. Políticos, sindicatos y accionistas minoritarios han vertido su opinión. Sin embargo, Caixabank, que tiene el 12% de la petrolera, sigue callada y a la espera de pronunciarse en una reunión del consejo, que será el 28 de septiembre.
Repsol pide a la CNE que estudie el pacto entre Sacyr y Pemex
Repsol pide a la CNE que estudie el pacto entre Sacyr y Pemex
Carmen Canfrán

Suele ocurrir. Una pareja decide sellar su amor. El anuncio de la boda despierta todo tipo de comentarios entre los amigos, los vecinos o los compañeros del trabajo de los protagonistas. Sin embargo, los familiares, que serían los que deberían decir algo, están callados. Prefieren hacer el comentario, si lo hay, de puertas para adentro.

Lo mismo ocurre con la alianza sellada entre Sacyr y Pemex para tomar el control de Repsol. Sindicatos, políticos y accionistas minoritarios no han dejado escapar esta oportunidad para expresar su opinión por la batalla de la gestión de la  petrolera.

Sin embargo, Caixabank, con un 12% en Repsol, se mantiene en silencio y se guarda su apoyo o no a la alianza para la reunión del consejo, que será el 28 de septiembre. BBVA, también, tiene un 4% de la petrolera y no se ha decantado por alguno de los rivales, al igual que la firma de inversión Blackrock, que controla el 3%.

El vacío de estos tres allegados, que suman el 19% del capital de la petrolera, casi el mismo porcentaje que Sacyr (20%), ha sido cubierto por los comentarios de varios espectadores. Mientras que otros se resisten a dar su opinión. Este es el caso del Gobierno.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha dejado muy claro que no se quiere meter en esa pelea. Lo único que interesaba al Ejecutivo era que Repsol mantuviera su españolidad y esa nacionalidad continuará manteniéndose con la alianza. No obstante, el mismo ministro se reunió hace una semana con representantes de Sacyr y Pemex para escuchar sus posturas.

Otro de los colegas del sector energético que quiere cotillear en esa operación es Gas Natural Fenosa. La empresa ha pedido a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que le declare como parte interesada en el caso de que analice el pacto entre Sacyr y Pemex dentro de Repsol.

¿El motivo? Gas Natural está participada por Caixabank y Repsol YPF, por lo que, a su juicio, es argumento suficiente para recibir esa invitación. Sin embargo, la CNE ya ha dicho que no quiere ir a esa boda entre Sacyr y Pemex porque no es de su interés.

Una postura que por el momento no ha cambiado, pese a las insistencias de Repsol. La propia operadora ha solicitado al regulador que estudie el pacto porque afecta a intereses estratégicos del mercado.

Tampoco ha faltado el comentario de los accionistas minoritarios, que se quejan por la falta de información. Siguiendo la metáfora de la boda, la patronal de este colectivo quiere conocer cómo será el vestido de la novia, dónde irán de luna miel y cuáles son sus planes familiares.

Además, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas ha solicitado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que investigue si Pemex utilizó información privilegiada en la compra del 4,6% de Repsol.

Claro está que si el Gobierno no ha querido manifestarse, el partido de la oposición mayoritario ha hecho todo lo contrario. El PP no entiende por qué esa alianza de tal envergadura se ha llevado a cabo al final de la actual legislatura. Según el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro,  ese pacto empresarial puede "condicionar a todos de cara al futuro".

Los sindicatos se han sumado como espectadores de esta batalla. Tanto CCOO como UGT ya han hecho su apuesta, al apoyar la gestión del presidente de Repsol, Antonio Brufau. Con este respaldo, automáticamente ambos agentes declaran su rechazo al pacto de Sacyr y Pemex.

Al otro lado del Atlántico también esa declaración de amor entre las dos empresas ha despertado el interés de los más curiosos. El Gobierno de Argentina quiere conocer los planes que los recién casados tienen pensados para Repsol. Y es que Repsol controla más de la mitad de la petrolera argentina YPF.

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