La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ha anunciado este miércoles que Bruselas está "preparada para debatir" sobre un tope al precio del gas que se usa para generar electricidad. El objetivo de esta medida, que supondría un hito para la política económica de los Veintisiete, es reducir el efecto en la escalada de precios en toda Europa provocada por la guerra en Ucrania y la crisis energética que el mundo arrastra desde el verano de 2021. Se trataría, así, de una iniciativa similar al límite o "excepción ibérica" que ya aplican España y Portugal desde el pasado mes de junio.
Esta misma semana la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advertía en su informe trimestral sobre el mercado del gas de que el chantaje ruso a Europa y el ahorro al que ha instado la Comisión a los socios comunitarios (para que reduzcan la dependencia de Moscú) van a provocar un desplome de la demanda de este hidrocarburo en Europa del 10%, un récord. La Agencia estima que en 2023 la demanda en Europa volverá a disminuir un 4% más.
"Tenemos que limitar este impacto inflacionario del gas en toda Europa. Por eso, estamos preparados para debatir un tope al precio del gas que se usa para generar electricidad. Este tope sería un primer paso en el camino hacia una reforma estructural del mercado de la electricidad", ha asegurado Von der Leyen ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. Su anuncio llega después de que una mayoría de países de la Unión Europea, con Italia, Francia, España y Bélgica a la cabeza, redoblaran el pasado viernes la presión sobre la Comisión Europea para intervenir el mercado del gas pese a la oposición de Alemania.
Un límite al precio del gas que asegure el suministro
La presidenta de la Comisión Europea subrayó que este límite al precio del gas "debe diseñarse correctamente para asegurar la seguridad del suministro" y que se trata de una medida temporal para responder al hecho de que el índice TTF Dutch de Ámsterdam de referencia en Europa ya no representa correctamente el mercado europeo, con más presencia de gas natural licuado (GLN).
Von der Leyen recordó que Bruselas ya había ofrecido esta opción en marzo para "mandar la señal de que la UE no pagará cualquier precio por el gas", y apuntó a que ya entonces se evaluó que tendría "un impacto inmediato en los niveles de precios" y, en paralelo, "desventajas" en términos de seguridad del suministro.
"La situación ha evolucionado de manera crítica. Hoy, en comparación con marzo, más Estados miembros están abiertos a esto y estamos mejor preparados", aseguró la alemana, que avanzó que también se trabajará junto a los Estados miembros para reducir la volatilidad y el impacto de la manipulación rusa de precios.
Toque de atención a Alemania
Von der Leyen aseguró que la crisis actual requiere "medidas de emergencia excepcionales" y que la UE actúe "más unida que nunca" y "en solidaridad". "Necesitamos proteger los fundamentos de nuestra economía, y en particular nuestro mercado único. Esta es la fuerza de la UE, de donde procede su riqueza. Sin una solución europea común, arriesgamos la fragmentación", dijo Von der Leyen.
El comentario parece ser una referencia velada al macropaquete de 200.000 millones de euros en ayudas públicas aprobado por Berlín para abaratar la factura energética de los alemanes, que ha recibido ya críticas de algunas voces, tanto en las capitales como dentro de la Comisión Europea, por su potencial impacto sobre la competencia en detrimento de los países más pobres del bloque.
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