Netanyahu comienza la semana con la aprobación de recortes en el presupuesto

  • El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inicia una semana crucial para la aprobación de los presupuestos generales del Estado con la incógnita de cual será el recorte de la partida en Defensa, de la que dependen los demás.

Jerusalén, 12 may.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inicia una semana crucial para la aprobación de los presupuestos generales del Estado con la incógnita de cual será el recorte de la partida en Defensa, de la que dependen los demás.

Retrasados por la celebración de elecciones a principios de año, los presupuestos entrarán hoy en la mesa del Consejo de Ministros.

Finanzas exige para 2013 y 2014 un recorte anual de 4.000 millones de shékels (unos 860 millones de euros o 1.124 millones de dólares), al que el Ministerio de Defensa se opone tajantemente porque "pondrá en peligro la seguridad de Israel", aseguran altos mandos que cita hoy el diario Yediot Ajaronot.

Netanyahu, que regresó el viernes de una visita a China, tiene la última palabra entre el Ministerio de Finanzas, dirigido por Yair Lapid, y el de Defensa, en manos de Moshé Yaalon.

Desde Finanzas han advertido de que cualquier reducción por debajo de esa suma tocará los recortes previstos en otras partidas, que deberán ser superiores y afectarán directamente a los servicios básicos que el Estado presta a los contribuyentes.

Ello después de que la Ley de Presupuestos Generales incluyera una subida sustancial de impuestos y recortes dramáticos en las asistencias y servicios públicos.

Ayer, al concluir la jornada del "shabat", unos diez mil israelíes se manifestaron por las calles de Tel Aviv para protestar los draconianos recortes.

Las protestas y críticas desde los medios de comunicación se han visto alentadas este fin de semana por un nuevo escándalo alrededor del primer ministro, tras conocerse que en su último viaje a Londres exigió una cama de matrimonio que costó al contribuyente 127.000 shékels (unos 27.400 euros o 36.000 dólares).

El Estado israelí no tiene aviones para vuelos oficiales y cada vez que el jefe del Estado, Simón Peres, o el del Gobierno, Netanyahu, vuela al extranjero lo hacen en una de las tres compañías aéreas israelíes, tras sacar a concurso el viaje.

El Canal 10 de la televisión israelí informó de que esta vez el contrato fue adjudicado a la aerolínea El Al de forma automática, por la condición del primer ministro de pedir cama de matrimonio, a un coste total de 427.000 shékels (unos 92.000 euros o 120.000 dólares).

En la rival Israir, que no tiene aviones lo suficientemente anchos para montar la cama y ofrecía butacas de primera clase, el viaje costaba 300.000 shékels (unos 64.700 euros o 84.300 dólares).

El caso de la "Cama voladora", como es conocido, ha desencadenado una ola de críticas en la que los medios acusan al primer ministro de malgastar fondos públicos cuando se prevén recortes masivos, y le recuerdan que el presidente Peres, con 90 años, viajó recientemente a Corea del Sur en un vuelo de once horas en una butaca de primera clase.

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