Tribunal belga prohíbe a un proxeneta llamar "DSK" como Strauss-Kahn a su bar

  • El Tribunal de primera instancia de Hainaut (sur de Bélgica) prohibió hoy al proxeneta Dominique Alderweireld poner "DSK" a uno de sus burdeles a raíz de una demanda del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn.

Bruselas, 30 jun.- El Tribunal de primera instancia de Hainaut (sur de Bélgica) prohibió hoy al proxeneta Dominique Alderweireld poner "DSK" a uno de sus burdeles a raíz de una demanda del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn.

El tribunal prohíbe el uso del acrónimo con fines comerciales y publicitarios y fija una cuantía de 3.000 euros para cualquier infracción que se constate pasadas 24 horas de la notificación del auto, informó la agencia de noticias Belga.

La sentencia da por tanto la razón a Strauss-Kahn que en su demanda argumentaba que las siglas "DSK", que coinciden con las iniciales de su nombre y apellido, son "reconocibles por todo el mundo".

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional dimitió de su cargo después de un sonado escándalo con una empleada del hotel Sofitel de Nueva York, que le denunció por agresión sexual.

Según Dominique Alderweireld, conocido por el alias de "Dodo la Saumure", el nombre de su bar de alterne no responde al acrónimo de Dominique Strauss-Kahn, sino que proviene de las iniciales de "Dodo Sex Klub".

El tribunal belga, en cambio, considera que los argumentos de Dominique Strauss-Kahn son "fundados", por lo que prohíbe cualquier uso del acrónimo con fines comerciales, incluido en internet, las redes sociales o comunicados de prensa, así como cualquier referencia indirecta como dentro del nombre "DSKlub".

Paradójicamente Strauss-Kahn y Dominique Alderweireld se sentarán juntos en el banquillo a partir de febrero de 2015 acusados de "proxenetismo agravado" como presuntos miembros de una red de prostitución que tenía como centro de operaciones el hotel Carlton de Lille (norte de Francia), un caso que estudia la justicia francesa.

El exjefe del FMI y exministro socialista francés admitió haber participado en algunas fiestas, pero dijo que ignoraba que las mujeres que participaban en ellas fuera prostitutas traídas por el proxeneta.

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