Se pueden generar 'cuellos de botella'

El Tribunal de Cuentas UE ve riesgos en la ejecución del 'superfondo' en España

El organismo advierte de que las urgencias por dar una respuesta rápida a la crisis puede condicionar el éxito del Mecanismo en países que ya han demostrado problemas para absorber fondos.

La vicepresidenta Nadia Calviño, con el comisario europeo, Paolo Gentiloni.
La vicepresidenta Nadia Calviño, con el comisario europeo, Paolo Gentiloni.
CE

El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea entiende que el Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia - el fondo europeo de inversión que permitirá allegar a España 140.000 millones de euros en préstamos y transferencias a fondo perdido para alentar la recuperación de la economía tras el impacto de la pandemia- puede ayudar a los estados miembros a paliar el impacto económico y financiero de la crisis sanitaria, pero advierte de que las urgencias por ejecutar la mayor parte de los fondos entre 2021 y 2022 para permitir una salida rápida de la crisis puede generar problemas y 'cuellos de botella' en los países que ya han manifestado problemas en el pasado para ejecutar fondos europeos, como es el caso de España. 

Así lo asegura el dictamen que el organismo acaba de emitir sobre el Mecanismo, en el que advierte que esos problemas de absorción podrían comprometer el éxito de la iniciativa. El Tribunal de Cuentas se refiere a la propuesta de la Comisión de que el 60% de los compromisos jurídicos asociados al 'superfondo' europeo tengan que suscribirse antes del 21 de diciembre de 2022 para garantizar una respuesta sanitaria a los problemas generados por la crisis sanitaria, con independencia de que los fondos asociados a esos compromisos puedan aplicarse todavía durante los dos años siguientes, hasta el 31 de diciembre de 2024.

El Tribunal de Cuentas subraya que en efecto esa disposición garantiza una respuesta rápida a la crisis, pero también avisa de que puede generar 'cuellos de botella' en la gestión de los fondos, especialmente en los países que ya han manifestado problemas a la hora de absorber todos los fondos europeos que se ponen a su disposición. Y España figura en el pelotón de cabeza de éstos con un porcentaje de ejecución de sólo el 39% durante el quinquenio 2014-2019 sólo por encima de Italia y Hungría; y lejos del 49% de Alemania, del 51% de Polonia, del 53% de Francia o del 54% de Portugal por citar países que también manejaron un gran volumen de fondos europeos en el periodo. 

El dictamen del organismo europeo advierte de que el Mecanismo de Reconstrucción y Resiliencia prevé un importantísimo flujo de fondos europeos hacia, precisamente, algunos de los países que han demostrado una menor capacidad para dar salida a esos fondos - como España e Italia -. En ese sentido, recomienda que "los Estados miembros deben disponer de tiempo suficiente y capacidad administrativa adecuada para absorber los fondos asignados por la Comisión a través de diferentes programas", porque de lo contrario los fondos se convertirán en un pesada carga administrativa para estos países y "podrían comprometer la adecuada aplicación de la política de cohesión", que constituye el principal objetivo del fondo.

Los fondos podrían no llegar hasta el otoño

La advertencia del Tribunal de Cuentas de la UE añade un asterisco a las optimistas previsiones del Gobierno que no solo descuentan que España podrá disponer de 27.000 millones de euros procedentes de los fondos europeos a lo largo del próximo ejercicio, sino que ha construido sus previsiones presupuestarias y de crecimiento de la economía sobre la base de un aprovechamiento óptimo de esos fondos, desafiando tanto los precedentes sobre el comportamiento de la economía doméstica en periodos de recuperación como los cuestionables antecedentes de España en el aprovechamiento de la financiación procedente de Europa.

Otro elemento se añade a esa incertidumbre. En su dictamen, el Tribunal de Cuentas recalca que el procedimiento establecido para la aprobación de los Planes de Reconstrucción y Resiliencia de los países impedirá muy probablemente que éstos se aprueben antes del segundo semestre del año, lo que podría retrasar la liberación efectiva de los fondos europeos hasta el otoño de 2021. El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha avanzado, no obstante, que si el procedimiento ordinario o las dificultades políticas retrasaran la llegada de los fondos europeos hasta la recta final de 2021 el Tesoro emitiría deuda para disponer de los fondos necesarios para abordar los planes de inversión que el Ejecutivo pretende afrontar durante el próximo año.

El fiscalizador de las cuentas europeas hace propuestas para facilitar la puesta en marcha y la aplicación de los fondos, como instar a los países a presentar sus planes ya este año 2020 y no esperar hasta abril de 2021, que la Comisión Europea facilite orientaciones a los países sobre cómo deben construir sus planes o escalonar la presentación de los planes en varios capítulos para evitar los temidos cuellos de botella.

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