Trichet dice a los mercados que la crisis estuvo cerca de ser una depresión

  • Davos (Suiza) 29 ene .- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo hoy en Davos a los mercados que subestiman que la crisis financiera y económica estuvo muy cerca de llegar a ser una gran depresión y que es necesario trabajar para conseguir un sistema financiero más resistente.

La crisis obligó a una intervención estatal que debe retirarse poco a poco
La crisis obligó a una intervención estatal que debe retirarse poco a poco

Davos (Suiza) 29 ene .- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo hoy en Davos a los mercados que subestiman que la crisis financiera y económica estuvo muy cerca de llegar a ser una gran depresión y que es necesario trabajar para conseguir un sistema financiero más resistente.

En la recta final de la cuadragésima edición del Foro Económico Mundial que se celebra en la localidad suiza de Davos, la elite política y económica ha analizado los efectos de la ingente asistencia pública al sistema financiero y económico para evitar la catástrofe.

La crisis financiera obligó a una intervención estatal sin precedentes en el corazón del sistema económico capitalista y en los mercados, que temen ahora un exceso de regulación que les impida actuar.

La clase política y la banca central, conscientes del coste que ha supuesto a los contribuyentes el rescate del sistema financiero, piden a los bancos en Davos un poco más de responsabilidad y sensibilidad.

En un debate sobre la intervención estatal, en el que también participó el líder de la oposición conservadora británica, David Cameron, Trichet consideró que fue posible evitar una gran depresión económica gracias a la enorme ayuda pública y la actuación de los bancos centrales en todo el mundo.

"Se subestima que estuvimos muy cerca de una depresión total", dijo Trichet.

"Los Gobiernos pusieron en la mesa un nivel de riesgo para los contribuyentes, necesario para evitar la depresión" y el colapso del sistema, hasta "el 25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a ambos lados del Atlántico", según Trichet.

"Ahora trabajamos muy activamente para intentar hacer el sistema financiero global más fuerte, lo que significa mejor regulación, no necesariamente mucha más regulación", en palabras de Trichet.

Añadió que hay que "mejorar todo, incluyendo por supuesto la gestión de riesgos de los bancos y el comportamiento de los bancos".

Trichet aplaudió el trabajo del G-20 y del Consejo de Estabilidad Financiera y el Comité de Basilea, estos últimos organismos de supervisión financiera del Banco de Pagos Internacionales (BPI), que actúa de banco para los bancos centrales.

El presidente del BCE hizo hincapié en que es necesario encontrar soluciones a nivel global, no locales, regionales, continentales o nacionales, ya que son una "receta para la catástrofe".

Destacó que "si queremos crear empleo lo antes posible, necesitamos confianza", algo que los bancos centrales están tratando de restaurar.

El líder sindical John Evans señaló que también "se subestima el nivel de enfado" en todas las organizaciones de defensa de los trabajadores.

Evans, que es secretario general de una organización sindical que asesora a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dijo que "es impensable la idea de que los gobiernos puedan marcharse después de haber gastado billones".

El Foro calcula que los Gobiernos de todo el mundo han gastado casi 11 billones de dólares para rescatar a los bancos con problemas y reparar el sistema financiero.

En relación con la regulación, el líder conservador británico Cameron dijo que es necesario que el Reino Unido cambie el sistema regulador de los mercados financieros para finalizar el sistema tripartito y centralizarlo en el Banco de Inglaterra.

"No se trata tanto de la cantidad de regulación, sino de la calidad", según Cameron.

El Foro considera que "actualmente estamos en medio de una crisis financiera, de energía y de empleo, con una pérdida de 34 millones de empleos en los dos últimos años, que da como resultado una crisis de confianza" en el capitalismo y en los ejecutivos empresariales.

La crisis obligó a "un nivel de participación de los gobiernos en el sector financiero sin precedentes", recordó el consejero delegado del banco ruso VTB Bank, Andrei Kostin.

Con mucho humor Kostin recordó que "el presidente Reagan dijo una vez que las palabras más terribles eran decir soy del gobierno y estoy aquí para ayudar, pero durante la crisis fueron palabras que el sector financiero estuvo encantado de oír".

Por desgracia, en los últimos meses se ha perdido este espíritu de cooperación entre los gobiernos y los mercados financieros.

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