Cádiz, 30 sep.- Las tripulaciones de dos cruceros de la compañía Happy Cruises, que el pasado 25 anunció el cese de su actividad, llevan varios días a bordo de los buques en aguas del Estrecho, a la espera de que la compañía dé una salida a su situación tras la rescisión de sus contratos.
Fuentes de la Federación Internacional de Trabajadores de Transporte (ITF en sus siglas en inglés) han informado a Efe de que los cruceros "Gemini" y "Ocean Pearl" están fondeados en la zona este del puerto de Gibraltar, mientras que un tercer barco de la compañía, el "Happy Dolphin", está en la misma tesitura en Venecia.
La situación afecta a unos 300 tripulantes y trabajadores del crucero "Gemini", que tras desembarcar a su pasaje en Málaga el pasado domingo, recibió órdenes de dirigirse a Barcelona, aunque, antes de llegar al puerto de la ciudad condal, las directrices cambiaron y les pidieron que se dirigieran a Gibraltar.
El "Gemini", según las fuentes sindicales, ha estado "tres o cuatro días" con sus trabajadores, de una treintena de nacionalidades distintas, a bordo, "dando vueltas" por el Estrecho hasta que esta mañana ha fondeado en la zona este del puerto de Gibraltar.
A su lado está fondeado también desde esta madrugada el "Ocean Pearl", un crucero más pequeño y con menos tripulación.
Los trabajadores, según las fuentes sindicales, están "muy nerviosos", aunque esta mañana han tenido a bordo de los barcos reuniones con representantes de la compañía que se han comprometido a pagarles los salarios que les adeudan, de entre seis semanas a dos meses, así como a facilitar su repatriación a sus países de origen, algo que algunos, no todos, tienen estipulado en sus contratos.
Entre los trabajadores que se encuentran en esta situación hay alrededor de 20 peruanos que fueron contratados por la empresa española Happy Cruises y que han dicho a sus familiares en Perú que se sienten "retenidos" en el barco.
Rooy Deceno, contratado como camarero en el crucero "Gemini" contó en un correo electrónico remitido a un periódico peruano que hace cuatro meses que no pagan a los tripulantes y que tampoco les permitirán abandonar la nave en el puerto de Gibraltar porque no tienen visado para entrar en la colonia británica.
Aunque otra peruana en el crucero, Yazmín Alcántara, ha contado a su madre que la situación era insostenible por falta de alimentos, las fuentes sindicales españolas, que se comunican con los trabajadores a diario, aseguran que no ha habido ningún problema de este tipo ni de otro.
El tercer crucero de Happy Cruises, el "Happy Dolphin", está en Venecia, desde donde tenía previsto inicialmente su salida el pasado lunes con pasajeros que se iban a trasladar a la ciudad italiana desde los aeropuertos de Madrid y Barcelona.
La compañía de cruceros Happy Cruises (Quail Travel Group) canceló la semana pasada las salidas de sus barcos, una decisión que comunicó a las agencias de viajes del sector a las que explicó que la medida se debía a que no podía garantizar la prestación de sus servicios habituales.
Ante la suspensión de los cruceros, Happy Cruises pidió a las agencias que informaran a los pasajeros afectados por dichas cancelaciones para que no acudieran a los aeropuertos ni puertos de embarque, mientras que éstas se ponían en contacto con otras navieras que operan en España para intentar recolocar a los pasajeros.
El departamento de ventas de Goldium Cruceros, que gestiona de las reservas de los cruceros de Happy Cruises, ha confirmado hoy a Efe que desde hace unos días están devolviendo el dinero que distintos clientes abonaron para reservar un viaje con Happy Cruises. EFECOM
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