Troika y Atenas hablarán en noviembre en Washington sobre la deuda griega

  • La troika de acreedores formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) celebrará a mediados de noviembre en Washington una reunión con representantes del Gobierno de Atenas para analizar la sostenibilidad de la deuda de Grecia.

Atenas, 5 sep.- La troika de acreedores formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) celebrará a mediados de noviembre en Washington una reunión con representantes del Gobierno de Atenas para analizar la sostenibilidad de la deuda de Grecia.

Según informan hoy los medios locales, la reunión está prevista para el 14 y 15 de noviembre y tendrá lugar a iniciativa del FMI, que al parecer quiere insistir sobre la necesidad de una quita parcial de la deuda helena, esta vez hacia sus acreedores públicos, para lograr que sea sostenible.

El FMI viene insistiendo, al parecer, sobre la necesidad de una quita como la solución más viable para aliviar la situación de Grecia, algo que la CE ha estado desestimando por la carga que implicaría para los países de la zona euro.

Sobre todo Alemania ha sido patentemente reacia a esta solución, y a lo sumo se muestra dispuesta a una extensión de los vencimientos de préstamos y la reducción de las tasas de interés de los existentes.

En noviembre de 2012, la troika aprobó otorgar un segundo rescate a Grecia por valor de 130.000 millones de euros, y acordó que hasta 2020 la ratio de la deuda respecto al producto interior bruto (PIB) debería situarse en el 124 % (e inferior al 110 % en 2022), frente al 175 % que ronda en la actualidad.

Las últimas previsiones de la CE parten de una deuda del 125 % en 2020, mientras que las estimaciones del FMI son de un 128 %.

En el memorando suscrito en 2012, los acreedores se comprometieron a analizar posibilidades de un alivio de la deuda si Grecia cumplía hasta finales de este año, en que se completa el programa de ayuda de la parte europea, siempre y cuando Atenas haya logrado todos los requisitos impuestos a cambio del rescate.

Representantes de la troika y del Gobierno heleno mantuvieron esta semana una reunión de tres días en París para allanar el terreno de cara a la quinta revisión del programa de ajuste griego, que empezará a finales de septiembre en Atenas, y de cuyo resultado dependerá si existen las bases necesarias para un alivio de la deuda, del tipo que sea.

En un escueto comunicado, los acreedores se limitaron ayer a señalar que las conversaciones con el Ejecutivo griego fueron "productivas", y que la misión al completo de la troika regresará a Atenas a finales de septiembre.

Según los medios griegos, para Atenas uno de los puntos claves de esta reunión de París era no solo preparar el terreno de cara a las negociaciones sobre la deuda, sino obtener de la troika luz verde al plan del Gobierno de aprobar una serie de reducciones fiscales, lo que aparentemente no ha ocurrido.

Pese a todo, el primer ministro, el conservador Andonis Samarás, parece dispuesto, según el rotativo Kathimerini, a anunciar medidas de este tipo, cuando este sábado inaugure la feria industrial de Salónica, cita anual en la que los políticos tradicionalmente presentan sus objetivos más inmediatos.

Los planes del Gobierno son reducir algunas de las tasas extraordinarias impuestas al comienzo del memorando, como, por ejemplo, la tasa especial de solidaridad o el impuesto especial sobre el fuel calefactor, con el objetivo de relanzar una economía que, tras seis años en recesión, debería concluir este año en cifras positivas (+0,6 %), según cálculos del Ejecutivo y de la CE.

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