Trucos para ahorrar

El truco de la ardilla que te ayuda a ahorrar miles de euros sin darte cuenta

Cuando llega el invierno, estos roedores guardan sus nueces en varios sitios que luego recuerdan. Una técnica parecida es la que utiliza la 'bloguera' financiera Alexis Rhiannon con su dinero. 

Truco de ahorro de la ardilla
 
 

Conseguir ahorrar dinero de forma eficiente no es una tarea sencilla. Más aún cuando el saldo con el que se cuenta es bajo. Sin embargo, hay algunas técnicas que sí que ayudan a ir guardando pequeñas cantidades sin apenas percatarnos. Por ejemplo, hace unos meses hablamos en La Información del truco de la botella de Coca-Cola, que permite conseguir hasta 1.000 euros, reservando monedas de 1 euro, 2 o hasta de 50 céntimos. 

Una técnica parecida, la del ahorro sin 'esfuerzo', es la que ha utilizado durante varios años Alexis Rhiannon, quien ya ha escrito varios artículos sobre productos, estrategias y consejos para tomar decisiones inteligentes con el dinero. Su última publicación ha sido en Business Insider, donde ha desvelado su fórmula para maximizar sus beneficios. 

La clave está en lo que ella misma ha llamado el truco de la ardilla. ¿Por qué este nombre? Cuando llega el invierno, estos animales se dedican a enterrar sus nueces en distintos lugares para preparar la escasez que se avecina debido al temporal. Según algunas investigaciones, siguen este proceso para reducir el riesgo de sufrir pérdidas importantes. Lo característico, y que la ciencia ha estudiado en varios ocasiones, es que al cabo de un tiempo suelen recordar muchos de los escondites donde guardaron su manjar. Bien, ahora dejando a un lado esta singular metáfora, Rihannon cuenta como utiliza esta misma técnica con sus finanzas. "Básicamente, si tengo dinero en mi cuenta corriente, tiendo a gastarlo sin pensarlo dos veces", explica. 

"Aprendí a engañar a mi cerebro para que ahorre y trabaje con un presupuesto más pequeño reduciendo manualmente mis ingresos", añade. La idea es configurar transferencias automáticas mensuales, o incluso semanales, en varias cuentas o hasta guardarlo en varios sitios de la casa. Por ejemplo, el dinero que ha sobrado de una compra, el café que esa mañana no se tomó en la oficina, etc. 

La segunda parte de la estrategia

Cuando la estrategia ya estaba dando sus frutos para Alexis Rhiannon, se aseguró de hacerla funcionar a largo plazo. "Cuando recibí un aumento de sueldo en el trabajo, en lugar de permitir que mis gastos se disparasen, lo que hice es incrementar la cantidad de mi transferencia de ahorro mensual". 

Eso sí, no tiene porque ser siempre así. Un despido en el trabajo, una reducción de jornada o un gasto extraordinario puede hacer que la cuenta corriente se resienta. Algo parecido le pasó a Rhiannon, que decidió, entonces, volver a sus niveles de ahorro anteriores. "Me tranquilicé a mí misma reduciendo la cantidad que pasaba cada mes a mi otra cuenta", explica. Incluso, llegó a parar esas transferencias cuando se quedó sin empleo. Una vez recuperó sus ingreso, volvió al mismo método. 

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