Más allá de la 'happy hour': cómo ahorrar cuando vas de bares, según los camareros

Uno de los momentos en que las finanzas personales quedan relegadas en un segundo plano es durante el ocio. Más concretamente en los bares. Es un instante en el que lo importante es la diversión, lo que provoca que la cartera se vaya vaciando sin darnos cuenta. 

Pero también hay formas de ahorrar en lo que supone uno de los mayores gastos para los españoles durante los fines de semana (nuestro país, es uno de los que más bares alberga por kilómetro cuadrado, por cierto) y sin renunciar a beber -aunque siempre puede ser una opción-. Para ello, desde Money han hablado con las personas que más saben de esto: los camareros. 

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La llamada 'happy hour' existe principalmente para atraer nuevos clientes y aumentar las ganancias en las horas de menor actividad. Una buena forma de aprovecharla es salir de la zona de confort y pedir algo nuevo que no hayamos probado. 

Eso sí, "la happy hour, por supuesto, es lo primero que se viene a la mente de todos, pero ha otras formas de encontrar buenas ofertas", explica al medio Meredith Hayman, quien ha trabajado detrás de la barra durante más de una década. 

"Hay que echar un vistazo a las ofertas de copas o licores de la casa, porque son los más utilizados por el personal", añade. 

"En lugares que están bien, pero desconfío de que me den un buen cóctel, un trago de cerveza puede ser muy útil", aconseja Hayman. Una forma es preguntar al camarero por el listado que tiene, ya que no todas están a la vista o se anuncian. Por ejemplo, es muy común que en los bares haya más cervezas que las que se ven en la barra.

También "mira la carta de vinos", agrega la camarera. Especialmente si eres un fanático de esta bebida. "Puede que una botella cueste unos 39 euros, lo que suponen unas cuatro copas". Si tu compañía opta por la misma opción, al final estáis ahorrando.

Ir a por cerveza de barril es otra opción que también agradecerá nuestro bolsillo. Además, cuando se piden estos tragos, no sólo está ahorrando el cliente, también el bar. "Por tanto, la calidad es mayor, ya que se ha dispensado directamente del grifo", explica Hayman.