¿Se ahorra realmente con el Black Friday? Lo que debes de hacer para no fallar

  • Muchos comercios aprovechan para inflar los precios los días previos al 'viernes negro' para que la rebaja sea solo aparente.
Descuentos Black Friday
Descuentos Black Friday
EUROPA PRESS

La fecha ya la tenemos todos subrayada en rojo en nuestro calendario. 23 de noviembre de 2018, Black Friday. La jornada de descuentos en los comercios tiene tanta importancia o más que muchos festivos, pues es cuando se da el pistolezato de salida a la campaña navideña, que se dilata hasta el 5 de enero. Un momento que muchos aprovechan para hacer sus compras para las fiestas o para darse el capricho que llevan mucho tiempo esperando. 

En España ya es todo un fenómeno de ventas y se espera que este año estas crezcan más de un 10%, hasta mover más de 1.500 millones de euros. Muchas de esas compras se hacen online -Amazon llegó a despachar 1,4 millones de pedidos el año pasado-, para lo que Correos ha decidido reforzarse con 3.000 efectivos más para estas fechas con el objetivo de que los pedidos lleguen a sus dueños a tiempo.

En definitiva, se trata de una jornada -que realmente dura todo el fin de semana hasta enlazar el lunes con el Ciber Monday- en la que la que se desata la locura consumista con el aliciente de precios más bajos. Algo que ya es frecuente encontrar hoy en día en el comercio, pues las rebajas se han convertido en algo habitual, no estacional. Si bien, la maquinaria de marketing sabe hacer muy bien su trabajo generando deseo en los consumidores por un 'viernes negro' que, si no se pone cuidado, puede serlo para nuestra propia economía.

Porque, ¿hasta que punto es rentable el Black Friday? ¿Sirve realmente para ahorrar en las compras? ¿O se trata más bien de una estrategia de los comercios para que la campaña navideña dure más -con los ingresos que eso puede reportarles? Ni blanco ni negro, porque como en todo, con el 'viernes negro' el punto medio es la clave para no acabar perdiendo dinero.

Objetivos claros y preparación

En primer lugar, lo primero que nos cuentan desde las diferentes asociaciones de consumidores es que hay que tener mucha paciencia, las cosas claras e ir preparado. ¿Esto qué significa? Que hay que tener la mente fría ante estas fechas de rebajas y no dejarse llevar por las compras impulsivas, algo que se antoja muy complicado ante el bombardeo constante de publicidad que nos hacen estos días.

"Los consumidores tienen que pensar que el Black Friday no es la panacea porque en el comercio ya hay rebajas durante todo el año", insiste a este medio Ruben Sánchez, portavoz de Facua, quien cree que muchos productos que van a estar a menor precio ahora lo seguirán estando en unas semanas "porque habrá otro tipo de promociones". Si bien señala que el 'viernes negro' puede ser realmente útil para quienes saben ya qué necesitan. "Si se tiene claro lo que se quiere comprar, es quizá aconsejable hacerse ya con ello para asegurar un descuento y que haya realmente un ahorro", señala.

Si bien avisa: no hay que dejarse llevar por los impulsos. Facua recomienda hacer previamente una comparativa de precios del producto que se vaya a comprar en diferentes comercios, "algo que ahora se puede hacer de una forma muy sencilla por Internet", porque esa es la forma de encontrar el mejor y que el Black Friday sea verdaderamente rentable. Esto es algo que también recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que insiste en la importancia de "no dejarse llevar por la inercia" y comparar antes de comprar.

¿Bajar realmente los precios?

Otro de los mitos que rodean al Black Friday es el de que las rebajas o descuentos son "aparentes", es decir, que muchos comercios aprovechan las fechas previas para inflar los precios y luego bajarlos a una cifra razonable cuando llega la gran jornada de descuentos. Esto es algo de lo que las organizaciones de consumidores son conocedoras y que cada año vuelven a señalar llegadas estas fechas. 

De hecho, la OCU hace todos los años un análisis de precios antes del Black Friday para comparar y certifica que esta práctica se lleva a cabo. Por ejemplo, en 2016 detectó que, entre más de 16.000 productos de diferente tipología (electrónica, electrodomésticos, etc...), apenas un 13% redujeron su precio y un 2% lo tenían más elevado. El año pasado, casi la mitad de los productos que fueron objeto de estudio (48%) no habían variado su precio para el Black Friday -es decir, no tenían rebaja ninguna- y un 41% sí lo habían subido los días previos para luego reducirlo. Solo había un 11% que sí se podía considerar que tenía un precio inferior y que, por lo tanto, sí merecía la pena comprar.

Este año, la organización ha repetido el estudio -que continúa en marcha hasta el próximo viernes 23 de octubre- sobre 2.000 productos de más de 20 categorías diferentes en 32 establecimientos. En este caso, sacó sus primeras conclusiones la pasada semana, antes del Día de los Solteros chino, el cual está empezando a tener repercusión en España. El pasado 11 de noviembre, el día señalado, apenas el 3,4% estaban realmente rebajados, sobre todo en las tiendas Nuevo Electro y Ziwwie. Si bien en los siguientes establecimientos, en comparación con el 23 de octubre, los precios eran más altos: Amazon, Fnac, MediaMarkt, Nuevo Electro, Worten y Neumáticos online.

Así, el 11 de noviembre los precios habían subido de media un 0,5% respecto al 23 de octubre, con notables ascensos del 4% en cadenas como Carrefour o Worten. Además, por categoría de producto, la OCU determina que en todas habían subido los precios, aunque destaca que en los GPS para el coche sí había una caída notable.

Por ello, las principales organizaciones que velan por los derechos de los consumidores animan a no dejarse llevar por la inercia de cara el 23 de noviembre, ser previsores y hacer una comparativa de precios exhaustiva previamente. Ya se sabe, que el que algo quiere, algo le cuesta, y si se busca un Black Friday rentable, hay que sudarlo.

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