Los trucos de ahorro para mileuristas: así ahorrarás 3.000 € sin darte cuenta

Tener un pequeño colchón de dinero con un sueldo de mileurista no es del todo imposible.

Fotografía de billetes de euro.
Fotografía de billetes de euro.
UnSplash.

Hacer malabares a la hora de organizar nuestras finanzas es algo que las familias españolas llevan practicando mucho tiempo. Sin embargo, más mérito tiene, incluso, si tenemos que hacer cuentas cuando nuestro sueldo es demasiado bajo. Y es que si ya es complicado poder organizarse con un salario que apenas supera los 1.000 euros, más difícil es todavía intentar ahorrar algo a final de mes.

Sin embargo, tener un pequeño colchón de dinero con un sueldo de mileurista no es del todo imposible. La clave está en saber cómo hacerlo y en qué momento para optimizar al máximo nuestros ingresos. Desde 'Finect' nos dan cinco trucos para poder ahorrar casi sin darnos cuenta. 

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Lo primero, tener una meta que nos motive

Juntar dinero en una cuenta corriente no tiene ningún sentido si no se hace con un objetivo concreto. El hecho de tener una meta en mente hará que nos fijemos un plazo para conseguir ese ahorro. Por ello, lo más sensato será marcarse un objetivo: ¿queremos ahorrar para comprarnos un coche? ¿Para una casa? ¿O, simplemente, para tener un buen colchón financiero por si surgen imprevistos? Sea como sea, será fundamental definir qué se busca con ese ahorro y establecer un plazo para ello. Además, cuanto más nos motive ese objetivo, mayor será el empeño que se pondrá por conseguirlo.  

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Antes de pagar facturas, págate a ti mismo

La situación se repite continuamente. Cuando a final de mes recibimos nuestro salario llega la euforia. Sin embargo, a medida que se empiezan a pagar facturas, hipoteca o alquiler nuestro ánimo disminuye al igual que lo hace el balance de nuestra cuenta corriente volviendo a la misma situación: no hemos conseguido ahorrar. Para revertir el problema, la mejor opción es convertir el ahorro en una parte más a la hora de administrar nuestro dinero mensualmente. Es decir, pagarnos a nosotros mismos esa cantidad al inicio de cada mes. Esto se puede hacer, por ejemplo, teniendo una segunda cuenta bancaria a la que programemos transferencias automáticas en cuanto recibamos nuestro sueldo. De este modo, el ahorro no se convertirá en lo que nos sobre. 

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Sigue la regla del 50-20-30

La regla del 50-20-30 es una de las más efectivas cuando se trata de ahorrar. La ideó Elizabeth Warren, una profesora de la Universidad de Harvard, que explicaba cómo se debe repartir el dinero con el que contamos cada mes.

Es decir, si tenemos 1.000 euros de ingresos debemos dedicar un 50% a los gastos fijos, que incluirán facturas, alquiler o hipoteca, etc. Además, un 20% habrá que destinarlo exclusivamente al ahorro, es decir 200 euros cada mes como mínimo. El 30% restante se utilizará para gastos personales que no sean estrictamente necesarios. Si de ese 50% o 30% sobra algo, el dinero siempre tendrá que ir a parar a la parte del 20% de ahorro. De este modo, si se sigue la regla del 50-20-30 se podrían llegar a ahorrar casi 2.500 euros al año. 

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Controlar los gastos hormiga y optimizarlos con ‘apps’ de redondeo

¿Has oído hablar de los gastos hormiga? En muchas ocasiones, son los responsables de que no se consiga ahorrar, ya que son tan pequeños que, aunque no se notan apenas en el día a día, sí que suponen un desembolso considerable a final de mes. Para conseguir aprovechar los pequeños gastos e, incluso, reducirlos, existen aplicaciones de microahorro o ahorro por redondeo que permiten ahorrar pequeñas cantidades a diario, ya sea fijando metas o utilizando su técnica estrella, la del redondeo. A través de esta última, la ‘app’ redondea las cantidades que gastamos en compras hasta el siguiente euro y esos céntimos restantes de nuestro gasto se pasan a una segunda cuenta para poder ahorrarlos. Otro de los mecanismos que utilizan estas aplicaciones móviles son las metas. Una de estas puede ser, por ejemplo, reducir los cafés diarios, lo que también nos permitirá ahorrar en pequeñas cantidades.

Diversificar los ingresos para obtener más ingresos

Una vez se haya comenzado a ahorrar y contamos con una cantidad que nos da cierta seguridad en nuestro pequeño colchón de dinero, no tiene sentido dejar el resto de los ahorros “muertos” en nuestra cuenta bancaria. En estos casos, la mejor opción es diversificar esos ingresos, y la forma más óptima de hacerlo es a través de la inversión. De este modo, si invertimos una parte de lo que vayamos ahorrando podremos obtener más beneficios en el futuro.

Así, si partimos con 2.400 euros de ahorro y continuamos ahorrando año tras año 200 euros mensuales e invirtiendo esa cantidad, podremos llegar a obtener unos 95.000 euros en los próximos 20 años si tomamos un perfil de inversión moderado. Esta cantidad incluirá los 2.400 euros de partida, unos 58.000 euros de aportaciones periódicas y una rentabilidad de en torno a los 35.000 euros, según los cálculos de la herramienta perfil inversor de 'Finect'.

Eso sí, para que las cuentas salgan habrá que hacer sacrificios y llevar a cabo esas aportaciones mensuales, además de dar con los productos de inversión adecuados. En estos casos, una de las mejores opciones que permiten llevar a cabo aportaciones periódicas y diversificar el riesgo incluso con pequeñas cantidades invertidas son los fondos de inversión. Además, también se puede obtener una elevada rentabilidad invirtiendo, por ejemplo, en acciones de bolsa, aunque estas implican un riesgo mayor y, además, es necesario tener un conocimiento muy amplio sobre el activo en el que se está depositando el dinero si no queremos perderlo todo.

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