El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha utilizado su intervención en el Foro Económico de Davos, en Suiza, para hacer lo que mejor sabe hacer: sacar pecho sobre su gestión económica a lo largo de su mandato. Desde su punto de vista, el modelo económico, fiscal y comercial que ha aplicado a lo largo de los tres últimos años ha permitido la vuelta "más fuerte que nunca" del sueño americano y representa un modelo de sistema "que funciona" y que servirá de ejemplo a otros países. En esta ocasión, Trump se ha dirigido a un auditorio a rebosar en el que estaba presenta también la joven activista sueca Greta Thunberg.
Es el segundo año consecutivo en que Trump acude a la cumbre económica como presidente estadounidense, en este caso lo hace en medio del juicio político abierto en su contra. Desde su punto de vista, la economía de su país languidecía antes de su elección en 2016, con la pérdida de centenares de miles de empleos en el sector industrial y el estancamiento de los salarios, lo que había provocado "el hundimiento de la clase media" y que la gente perdiera la fe en el sistema.
"El sueño americano ha vuelto más fuerte que nunca", ha afirmado para hacer balance de sus tres primeros años en la Casa Blanca, asegurando que el eje alrededor del que giran sus políticas es garantizar que los ciudadanos logran los mayores beneficios. "Ahora, Estados Unidos es con diferencia la economía más fuerte del mundo", ha subrayado Trump, quien ha aprovechado para dar un nuevo toque de atención a la Reserva Federal de su país por bajar demasiado despacio los tipos de interés, lo que desde su punto de vista les impide competir con otros en igualdad de condiciones.
Trump ha presumido de que la tasa de paro ha caído a mínimos de los últimos 50 años, con la creación de más de siete millones de empleos, también de los recientes acuerdos comerciales (como su 'fase 1' de la negociación arancelaria con China o el firmado con Canadá y México y que sustituye al antiguo NAFTA) o de los efectos de la rebaja fiscal implementada. "Estos acuerdos representan un nuevo modelo de comercio para el siglo XXI al colocar en primer lugar a los trabajadores y las familias", ha señalado.
Ha querido poner en valor además la amistad que le une con el presidente chino, Xi Jinping, después de que Pekín haya accedido a impulsar sus compras de productos y servicios estadounidenses por un importe superior a los 200.000 millones de dólares, que podría ser "más cerca de los 300.000 millones de dólares". Y, además, ha incidido en que bajo su mandato EEUU ha alcanzado la completa independencia energética y ha añadido que esto permite al país no necesitar importar energía de otros.
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