Trump presume de 'milagro económico' y habla más de socialismo que de empleo

  • Defiende que el 58% de los trabajos creados son para mujeres y avisa del riesgo para la riqueza de las investigaciones "partidistas".
Donald Trump
Donald Trump
Efe

Estados Unidos tiene dos grandes enemigos en su lucha por seguir siendo "la envidia económica" del resto del mundo. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dedicado una pequeña parte -aunque significativa- de su discurso del Estado de la Unión de este 2019 a elogiar el milagro de empleo y prosperidad que vive su país, pero ha detectado como principales amenazas que se están incubando en el mismo país. En la primera ha situado al socialismo y para la segunda, a las investigaciones "partidistas", sobre todo contra él, que pueden frenar la prosperidad. 

"Tras 24 meses de rápido progreso nuestra economía es la envidia del mundo, nuestro Ejército es el más poderoso del mundo de lejos", ha señalado Trump durante su discurso. "Lo único que puede para nuestra economía sólida son políticas o investigaciones partidistas ridículas", ha aseverado. El mandatario ha destacado que durante su Gobierno, el desempleo ha logrado las tasas más bajas que el país ha vivido en medio siglo y que la economía estadounidense crece "el doble de rápido si lo comparamos con cuando llegué". Además, Trump ha destacado que las empresas están volviendo a Estados Unidos "gracias a la reducción de impuestos y normativas" y ha subrayado que el país es "el productor número uno de petróleo y gas natural en el mundo".

Con cierta relación al socialismo (también ha mencionado el caso venezolano para insistir en su apoyo a Juan Guaidó), ha advertido al Gobierno de China de que "el robo de empleos y riqueza" a Estados Unidos "ha acabado", a la vez que culpado a los anteriores gobiernos estadounidenses por "permitir que esto ocurra". Eso sí, Trump también ha señalado que tiene un "gran respeto" por el presidente de China, Xi Jinping, y ha subrayado que ahora ambos países están trabajando en un nuevo acuerdo comercial. El mandatario ha señalado que el nuevo acuerdo comercial debe incluir "cambios estructurales reales" para proteger los puestos de trabajo en Estados Unidos.

Más alarmado se ha mostrado Trump por las "nuevas propuestas" de implantar el socialismo en Estados Unidos durante su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso. "EE.UU. se fundó con libertad e independencia, no bajo la coerción, dominación y control del Gobierno, y seguiremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que EE.UU. nunca será un país socialista", afirmó Trump, según Efe.

Esta afirmación levantó a la bancada republicana y provocó una amplia sonrisa sarcástica de la representante por el distrito 14 de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que ha sido duramente criticada por sus ideas socialistas. Trump criticó el socialismo después de condenar la "brutalidad" del Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y recordar que EEUU ha reconocido como mandatario encargado de ese país a Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).

"Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han convertido a esa nación de ser una de las más ricas de Sudamérica a un Estado de pobreza y desesperación", apuntó Trump. La Casa Blanca elaboró en octubre pasado un informe en el que alertó de que el socialismo está viviendo un regreso al discurso político estadounidense y criticó sus efectos económicos.

"Coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx, el socialismo está viviendo un regreso en el discurso político estadounidense. Propuestas políticas detalladas de autodenominados socialistas están ganando apoyo en el Congreso y entre mucho del electorado", indicó la Casa Blanca en un documento publicado semanas antes de las elecciones legislativas de noviembre pasado. El documento, elaborado por el Consejo de Asesores Económicos (CEA, en sus siglas en inglés) del Gobierno de EEUU, llevó el título de 'Los costes de oportunidad del socialismo'.

Entre las propuestas que analizó está la sanidad pública universal, que aunque está lejos de formar parte del debate de la opinión pública empezó a ganar adeptos tras el impulso dado por progresistas como el senador Bernie Sanders, exaspirante a la candidatura demócrata en las elecciones presidenciales de 2016.

Corea del Norte, el Muro y las mujeres

De todos estos enemigos desde la izquierda, Trump sí ha excluido a Corea del Norte. Es más, confirmó que Vietnam acogerá el 27 y 28 de febrero su segunda cita con el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Y en cuanto a la frontera con México ha dejado claro: "Yo voy a construir el muro". "No es solo un muro de hormigón. Se hará en zonas donde la necesidad es mayor", ha aseverado el mandatario, que ha añadido que "donde se alzan muros, los cruces ilegales bajan". El mandatario estadounidense ha señalado que la seguridad fronteriza es una "cuestión moral" y ha afirmado que su Administración ha enviado al Congreso una propuesta con "sentido común" para poner fin a la crisis en la frontera sur. "Incluye asistencia humanitaria, más agentes de la ley, detección de drogas en nuestros puertos y planes para una nueva barrera física", ha recalcado.

También tuvo un momento dedicado a la mujer Trump durante sus palabras, al destacar el aumento del número de representantes femeninas en el Congreso del país y ha subrayado que las mujeres han obtenido la mayor parte de los empleos creados en 2018. "Nadie se ha beneficiado más de una economía próspera en la que las mujeres han ocupado el 58% de los empleos creados el año pasado", ha aseverado.

"Exactamente un siglo después de que el Congreso aprobara la enmienda constitucional que otorga a las mujeres el derecho a votar, también tenemos a más mujeres en el Congreso que en cualquier otro momento", ha añadido el mandatario. Muchos legisladores se han levantado de sus asientos para aplaudir a Trump tras estas declaraciones, entre ellos varias mujeres demócratas que iban vestidas de blanco como símbolo de solidaridad con las mujeres en todo el país. Ha sido de los pocos momentos de cierta distensión en todo el discurso.

Sin embargo, la demócrata Stacey Abrams, encargada de la respuesta de la oposición al discurso sobre el Estado de la Unión del presidente de EEUU, Donald Trump, contradijo los alardes del mandatario y aseguró que las "fábricas están cerrando" y que "se avecinan despidos".

"En lugar de traer empleos de vuelta, las fábricas están cerrando, se avecinan despidos y los salarios pugnan por mantenerse a la par con el costo real de la vida", dijo Abrams, una estrella emergente demócrata que perdió en noviembre las elecciones a la Gobernación de Georgia. 

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