El tráfico de pasajeros de crucero en el Puerto de Barcelona descendió durante el mes del referéndum independentista en Cataluña. En concreto, a la ciudad condal llegaron un 2,8% menos de turistas en estas ciudades flotantes, rompiendo la tendencia al alza que se venía dando en los meses de octubre de años anteriores. La caída se produce, además, en un mes donde el buen tiempo ha acompañado.
381.906 pasajeros de crucero llegaron al Puerto de Barcelona a lo largo del pasado mes de octubre frente a los 392.908 que lo hicieron en el mismo periodo de 2016, según datos de la autoridad portuaria barcelonesa. En 2015, por su parte, llegaron 340.244 cruceristas y en 2014 pisaron la capital catalana un total de 305.126 personas. Es el primer año, por tanto, que se invierte el crecimiento de pasajeros en un turismo que supone una de las mayores fuentes de ingresos de la ciudad.
El Puerto de Barcelona ha recibido un total de 2,6 millones de cruceristas a lo largo de este 2017. Esta previsto que este año se supere la cifra de 3 millones. A ellos hay que añadir el tráfico de pasajeros de ferrys (1,2 millones hasta octubre). Las cifras, no obstante, son sensiblemente inferiores a los datos de cruceristas de 2016, como se puede observar en el siguiente gráfico de Puertos del Estado:
El Puerto de Barcelona es la principal puerta de entrada de cruceristas en nuestro país. Supera a Baleares como destino y triplica las cifras de otros lugares como Canarias, Valencia, Málaga o Cádiz. En total, y a falta de los datos oficiales de Puertos del Estado, en Barcelona han atracado este año ya más de 600 ciudades flotantes. Solo en septiembre llegaron 99 cruceros, frente a los 92 del mismo mes de 2016.
Hay que recordar que a principios del mes de octubre, dos cruceros de la compañía Tui Cruises, una filial de la Royal Caribbean, se desviaron del Puerto de Barcelona al de Valencia. Era día 3, se acababa de celebrar el referéndum y las grandes compañías catalanas estaban a punto de tomar la decisión de trasladar su sede social fuera. Los barcos que no llegaron a atracar en Barcelona fueron el Mein Schiff 3 y el Mein Schiff 5, con 2.000 pasajeros a bordo cada uno.
El operador italiano Costa Cruceros también tomó una polémica decisión este mismo mes de octubre. La compañía distribuyó en sus barcos que atracan en Barcelona una carta con recomendaciones para preservar "la seguridad de los pasajeros y la tripulación". Alertaba de "disturbios civiles" en las calles de la ciudad y añadía que "en Barcelona- España se pueden producir concentraciones de carácter político o manifestaciones anunciadas con poca antelación o sin previo aviso".
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