Defiende traslados más cortos 

El turista español del futuro apuesta por ser sostenible y teme el alza de precios

Un estudio encargado por la tecnológica Amadeus trata de definir a los viajeros y averiguar las tendencias que incentivarán al sector motor de la economía española durante los próximos diez años. 

Turistas en Italia
El turista español del futuro: realidad virtual, más 'eco' y traslados más cortos
Vidar Nordli-Mathisen / Unsplash

El sector turístico busca olvidar sus dos años fatídicos por la pandemia y mira al futuro con ganas de recuperar el tiempo perdido. Los avances en tecnología y las nuevas sensibilidades sociales marcarán el turismo del mañana, que la tecnológica Amadeus ha tratado de averiguar a través de un informe encargado a Northstar Research Partners con el que busca concretar los nuevos perfiles de viajeros que irán surgiendo durante esta década, y así intentar desempañar la incertidumbre que envuelve al contexto actual.

Tras encuestar a más de 10.000 viajeros de 15 mercados, entrevistar a expertos y analizar 5,8 millones de datos, el estudio concreta algunas de las cuestiones que, a día de hoy, los turistas ven como fundamentales de cara a sus futuras decisiones. De esta forma encontramos como una amplia mayoría (55%) ve como aspecto fundamental el que los viajes puedan ser más rápidos, gracias a cuestiones como mejoras en el control en el tráfico aéreo y nuevas aeronaves que permitirán reducir el tiempo en ruta. 

Por detrás están otros aspectos como poder probar la realidad virtual antes de decidir a donde ir, una tecnología que Amadeus ya ha desarrollado y está empezando a implementar en agencias de viajes para que los viajeros conozcan el destino al que van a acudir; o poder viajar de una forma más respetuosa con el medio ambiente, algo perfectamente alineado con los actuales objetivos del sector turístico en materia de sostenibilidad. 

La encuesta también desliza un factor fundamental a la hora de elegir un viaje: su precio. Los encuestados también consideraban importante que existan varias formas de pago, algo que redundaría en que los viajes fueran más asequibles. También señalan un aspecto puramente emocional: poder recordar los viajes de una forma más vivida, algo que está íntimamente relacionado con el turismo de consumo que se prodiga últimamente. 

Entre los aspectos que preocupan a los viajeros del futuro está el hecho de que pegarse el capricho de conocer otro lugar pueda ser demasiado caro. Así lo consideran más de un tercio de los encuestados (34%), que también apuntan a la inestabilidad política o el incremento de costes en los billetes para compensar la huella ambiental como posibles problemáticas a resolver dentro de diez años. 

En el aspecto tecnológico, la encuesta desliza varias tendencias que se irán extendiendo en los próximos años: poder pagar los viajes con criptomoneda; hacerlo desde una realidad virtual, donde se podrán realizar visitas o tours previos mediante el uso de realidad aumentada; que se desarrollen aplicaciones con todo lo necesario para planificar un viaje o que se haga uso de los datos de cada usuario para crear viajes personalizados

Los españoles optan por lo tradicional

El estudio define a cuatro nuevas "tribus viajeras", el nombre con el que denominan a los grupos de interés que marcarán el futuro de esta industria a nivel mundial. Algunos de ellos ya forman parte del modelo turístico actual, pero que incorporarán las nuevas tecnologías a la toma de decisiones que les hará elegir un destino sobre otro. 

La amplia mayoría de españoles encuestados (70%) forman parte del grupo denominado "creadores de recuerdos", que incluye a todos aquellos viajeros que tienen como objetivo visitar lugares para crear recuerdos. Dado que una amplia base de los encuestados en España son de edad avanzada (el 44% supera los 42 años), son de costumbres fijas durante los viajes, por lo que priorizan más la compañía que la tecnología o la sostenibilidad. 

Muy por detrás (15%) están los "buscadores de experiencias", grupo que busca probar cosas nuevas y conocer lugares distintos. Cerca de la mitad (44%) tienen buenos ingresos, trabajos flexibles y no tienen cargas familiares, con lo que pueden explorar el mundo con facilidad. El estudio los denomina como "antiplanificadores" porque no optan por viajes cerrados, sino que flexibilizan aspectos como el alojamiento. En el aspecto tecnológico, abogan por que se incorpore la inteligencia artificial en los aeropuertos para acelerar el tránsito. 

En una línea similar se encuentran los "exploradores pioneros" (12%), un grupo de individuos en continua búsqueda de aventuras y experiencias. La gran mayoría (82%) tienen menos de 41 años, les gusta planificar, miran más por la sostenibilidad y hacen uso de formas de pago alternativas. Por último se encuentran los "tech-fluencers de viajes", jóvenes viajeros de negocios preocupados por el modo en que se desplazan y sobre cómo afecta al medio ambiente. 

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