Reunión en Praga

La UE estudia medidas comunes contra la inflación tras la advertencia del BCE

En una reunión en Praga los ministros de Economía y Finanzas abordan también la reforma de las reglas europeas de disciplina fiscal, además del veto húngaro a introducir un tipo mínimo común para Sociedades

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
EFE

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se reúnen en Praga hasta el sábado para evaluar las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, aprobar un nuevo paquete económico de 5.000 millones de euros para Kiev y en busca, además, de medidas coordinadas para amortiguar el impacto de la inflación. Este encuentro tiene lugar después del toque de atención dado por el Banco Central Europeo a los países que comparten el euro en su reunión de política monetaria del jueves. La entidad que preside Christine Lagarde ha actualizado sus proyecciones macroeconómicas trimestrales y en ellas refleja, aunque sin mencionarlo de forma explícita, que la economía de la eurozona podrá verse afectada por la estanflación o estancamiento de la economía con incrementos elevados y sostenidos de los precios.

El emisor anunció la jornada previa el mayor incremento del precio del dinero desde que existe el euro, de 0,75 puntos básicos. Preguntada por este movimiento y por las perspectivas del BCE a la llegada al encuentro en Praga, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha incidido en que estaba prevista por los mercados y "está dentro de lo que todos esperábamos que se produjese en un contexto de depreciación del euro como el que estamos viviendo". Calviño ha apuntado que escucharán con mucha atención las explicaciones y presentación de Lagarde y que todas las estimaciones apuntan a una perspectiva de "reducción de los precios los próximos meses". Ha recordado, además, que todos los organismos prevén que España siga teniendo un crecimiento fuerte, por encima de la media de la OCDE, de la media europea y de los grandes países de la zona euro. 

Precisamente, la reunión comenzará con un debate entre los socios de la eurozona (el Eurogrupo) sobre la situación económica en el que participará la propia Lagarde para informar de las recientes subidas de tipos de interés y de sus últimas previsiones macroeconómicas, que confirman el mayor riesgo de recesión en la eurozona. Los ministros se centrarán en cómo coordinar sus políticas fiscales y, en particular, las medidas para mitigar la subida de la luz para hogares y empresas, después de que en las últimas semanas varios Estados hayan aprobado ayudas públicas millonarias y bajadas de impuestos.

Una "preocupación central", apuntan fuentes europeas, es cómo diseñarlas para que no acaben impulsando el alza de los precios al estimular la demanda, riesgo del que advirtió esta misma semana la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, quien pidió a los gobiernos europeos "resistir las presiones" para aprobar ayudas generalizadas que disparen el gasto público. Las compensaciones en la factura de la luz o rebajas de impuestos ayudan a bajar los precios a corto plazo, pero al ser temporales, a la larga lo que hacen es aplazar la subida y apoyar la demanda, lo que contribuye a la inflación, argumentó un alto funcionario europeo.

Otro tema clave será el impacto presupuestario de estas acciones, que a finales de agosto ya equivalía al 0,9 % del PIB del euro, según la Comisión Europea. "Los gobiernos están tomando estas medidas por razones políticas y sociales muy comprensibles (...) pero hay un coste fiscal y el impacto del alto precio de la energía en los ingresos no puede compensarse de forma duradera con la política fiscal", sino con la política energética, apuntan las mismas fuentes.

La receta acordada hasta ahora por el Eurogrupo -como la que prescribe el FMI- pasa por que las ayudas sean temporales y acotadas a los grupos vulnerables, pero se da por hecho que los Gobiernos estarán bajo creciente presión para ampliarlas. Fuentes del Ministerio de Economía español señalan a este respecto que todos los países están adoptando medidas temporales precisamente por esta "prudencia" fiscal y que factores como la recuperación del mercado laboral contribuirán a aumentar la recaudación, pero coinciden con otros socios en que debe actuarse sobre el mercado de la energía, "principal determinante" de la inflación.

Un tipo mínimo común en Sociedades y el veto húngaro

Ya el sábado, los ministros abordarán la reforma de las reglas europeas de disciplina fiscal, de cara a que la Comisión presente unas primeras "orientaciones" en las próximas semanas, y las políticas tributarias en la Unión Europea (UE), incluido el veto húngaro a introducir un tipo mínimo para el impuesto sobre Sociedades en todo el bloque. "Creemos que cuanto antes tenemos que tener en Europa un tipo mínimo de Sociedades que nos permita garantizar la justicia de nuestros sistemas fiscales y que las grandes empresas contribuyen también a financiar esos servicios públicos, esa red de seguridad tan importante para todos los ciudadanos europeos", ha remarcado Calviño. 

Así, España apoyará e impulsará una declaración conjunta con otros estados miembros en el día de hoy que pueda servir para impulsar una acción, incluyendo por supuesto la cooperación reforzada. "Creo que cualquier instrumento puede sernos útil en este contexto sobre todo para evitar el bloqueo derivado de la unanimidad exigida para los cambios fiscales. Estamos trabajando con un conjunto de países para tener el máximo apoyo en esa declaración conjunta", ha zanjado la vicepresidenta primera.

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