UGT da seis meses a Albert Rivera para que se replantee su baja como afiliado

  • El presidente de Ciudadanos no ha pagado el segundo trimestre, pero el sindicato le ha dado de plazo hasta otoño por si quiere recuperar su carné.
Fotografía Albert Rivera
Fotografía Albert Rivera
EFE

Albert Rivera llevaba más de quince años afiliado a UGT pero hace algo  más dos semanas decidió desvincularse del sindicato. Lo hizo enviando una carta a los responsables de la central en la que explicaba que se marchaba por el apoyo que han brindado a "los imputados por delitos tan graves como rebelión, sedición y malversación de fondos públicos en el intento de golpe separatista del pasado otoño en Cataluña". Ahora, UGT ha abierto un periodo de 'impasse' por si el líder de Ciudadanos decide replantearse su decisión.

Rivera llevaba en UGT desde 2002. Nada más entrar a trabajar en los servicios jurídicos de La Caixa en Barcelona y antes de comenzar su trayectoria política decidió afiliarse al sindicato. Nunca había hecho público que disponía de un carnet y que pagaba la cuota hasta 2015. Ese año electoral, el primero en el que el partido naranja se presentaba a nivel nacional, se le acusó de haberse afiliado a las Nuevas Generaciones del PP. La decisión que tomó el catalán fue hacer público que estaba afiliado a UGT y que, por tanto, nunca llegó a disponer del carnet de los 'cachorros' de los populares.

Así, tras quince años, Albert Rivera envió esa carta a UGT y el sindicato tramitó automáticamente su baja. Antes de eso, el líder de Ciudadanos ya había dado orden a su entidad bancaria para que no se le cargara la cuota trimestral que venía abonando. La cuota básica confederal de UGT para 2018 son 12 euros mensales, 36 al trimestre, e incluye una serie de ventajas como poder disponer de un gabinete jurídico especializado, protección ante despidos o situaciones de desempleo, formación continúa o planes de prevención de riesgos laborales.

Ahora, UGT ha decidido ofrecer a Rivera un periodo de seis meses por si quiere volver a tramitar el alta. El líder de Ciudadanos, por tanto, tiene de límite hasta el mes de septiembre para decidir si retorno al sindicato al que estuvo afiliado durante la mayor parte de su vida laboral o, por el contrario, rompe definitivamente con él. Es un procedimiento habitual, explican fuentes de la central liderada por Pepe Álvarez, ofrecer a los antiguos afiliados ese medio año de margen por si deciden retornar y volver a pagar sus cuotas.

En su carta de despedida, Rivera señala que UGT ha pasado de ser "un sindicato que podía representarme y defender mis derechos como trabajador" a una central muy diferente. "Lamentablemente en los últimos años he ido observando como su organización se ha ido politizando, desviándose de las funciones que le atribuye nuestra Constitución", se queja. "Como estoy en desacuerdo con el cuestionamiento que hace su organización de nuestro sistema judicial y el apoyo a aquellos que pretenden quebrar nuestros valores constitucionales, les solicito la baja como afiliado de su entidad", culmina.

La respuesta de UGT a Rivera

UGT decidió responder a Rivera una semana después utilizando el mismo formato: una carta remitida al cuartel general de Ciudadanos. En esa misiva, el sindicato quería aclarar que la central defiende que son partidarios de "la creación de espacios de diálogo y entendimiento en Cataluña" y de acabar con la prisión preventiva revisable, la ley mordaza o el artículo 315 del Código Penal, un artículo por el que han estado o están encausados trescientos sindicalistas.

"UGT defiende la creación de un gobierno en Cataluña estatutario y constitucional y como sabe perfectamente no apoyamos ningún proceso independentista", insistía el sindicato a Rivera. A continuación, el secretario de Organización, Rafael Espartero, le pedía que se replanteara su baja: "Este país necesita políticos y partidos tolerantes para construir puentes que permitan políticas de consenso en todos los ámbitos".

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