Crisis por la escalada de precios 

La última propuesta de España a la UE: salir del sistema eléctrico y topar el gas

“En situaciones excepcionales, se debe permitir a los Estados miembros adaptar la formación del precio de la electricidad a sus situaciones específicas", relata el texto. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, a 14 de junio de 2021, en Bruselas (Bélgica). Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN han hecho durante la reunión un llamamiento a revitalizar la Alianza Atlántica y fomentar la cooperación entre Estados Unidos y Europa tras. La cumbre de hoy sirve de escenario para el primer encuentro entre el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente estadounidense, Joe Biden, y, designará a Madrid como sede de la cita de la OTAN del 2022. La cita coincidirá con el 40.º aniversario del ingreso de España en la Alianza Atlántica.
14 JUNIO 2021;ESPAÑA;PSOE;OTAN;ALIANZA ATLÁNTICA
Belga / Europa Press
14/6/2021
La última propuesta de España a la UE: salir del sistema eléctrico y topar el gas. 
Europa Press

Última apuesta del Ejecutivo español. España ha planteado a la Comisión Europea (CE) la posibilidad de desacoplar los precios del mercado de la electricidad y fijar un precio límite del gas natural en situaciones “excepcionales”, en un documento en el que fija su posición de cara al Consejo de ministros europeos extraordinario de Energía de este martes. “En situaciones excepcionales, se debe permitir a los Estados miembros adaptar la formación del precio de la electricidad a sus situaciones específicas”, señala el texto -que recoge Efe- en referencia al mix energético de cada país, sus recursos y el nivel de interconexiones. 

En primer lugar, España destaca que el precio marginal afecta las señales futuras de la electricidad y tiene un alto impacto en la inflación reduciendo la efectividad del mecanismo de cobertura. Así, “en circunstancias extraordinarias, en lugar de la señal del precio marginal puro (contaminado por los picos en los precios del gas), el precio de la electricidad se obtendría como un precio promedio con referencia al costo de las tecnologías limpias "inframarginales" (particularmente las renovables)”, subraya España.

El precio de la electricidad estaría “directamente vinculado a las mezclas de producción nacionales”, de acuerdo a la propuesta, mientras que al mismo tiempo protegería a los consumidores de volatilidades excesivas y le permitiría participar de los beneficios que brinda una generación más barata mezcla. En segundo lugar, España pide explorar el establecimiento de un precio límite para las ofertas de electricidad producida por gas natural, una medida que a su juicio “requiere una compensación posterior que se recuperará en una fecha posterior”.

Por otra parte, España insiste en su propuesta sobre la posibilidad de una plataforma europea centralizada para comprar gas natural, facilitando la acumulación de reservas estratégicas de gas. Aboga por ”contratos de opciones" para tiempos de crisis que se asignarían a "productores de gas de

Medidas para prevenir la especulación financiera 

Igualmente, propone medidas para prevenir la especulación financiera en los mercados de emisiones (ETS). España ha circulado este documento entre los estados miembros después de que el lunes Alemania, Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Estonia, Finlandia, Irlanda, Letonia y Países Bajos señalaran en una carta conjunta que no apoyarán ninguna medida que pueda interferir en los mercados del gas y la electricidad, como reclama España, y descartaron "una reforma del mercado mayorista".

Esos países del centro y del norte de Europa respaldaron plenamente la lectura de la crisis energética que hace la Comisión Europea y las medidas propuestas por Bruselas y piden "precaución" antes de "interferir" en los mercados. En cambio, España señala en su documento que “cada euro de más por MWh en el precio del gas natural representa 2.700 millones de euros al año en costes de electricidad adicionales para todos los consumidores europeos, desviando recursos de la transición energética y recuperación económica, y cada día empeora”. Según el Gobierno español, esta “distorsión de precios no puede trasladarse a los consumidores, especialmente en tiempos de recuperación económica”. 

La postura "no tiene mucho sentido" 

Por su parte, la secretaria de Estado española de Energía, Sara Aagesen, declaró este martes que "no tiene mucho sentido" la postura inmovilista de once países de la UE, liderados por Alemania, que piden que no se intervenga en los mercados energéticos, pues ese análisis ya está en marcha. "No tiene mucho sentido puesto que ya sabemos que va a haber un análisis" del mercado eléctrico y del mercado de ETS, según quedó reflejado en las conclusiones aprobadas por en el Consejo Europeo de la pasada semana, declaró Aagesen a su llegada a un Consejo extraordinario de Ministros de Energía que se celebra en Luxemburgo.

La Comisión Europea, que ha presentado unas medidas a corto plazo que no gustan a España, ha encargado sendos análisis para verificar si existen mal funcionamientos en los mercados, como cree España, que deberían de concluirse el próximo mes de abril, pasado el invierno. Sin cambios a corto plazo, la UE sí debatirá medidas a medio y largo plazo, como esa posible revisión de los mercados.

Sin embargo, antes del inicio del Consejo de Ministros en Luxemburgo, nueve países (Alemania, Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Estonia, Finlandia, Irlanda, Letonia y Países Bajos) a los que se han sumado también Bélgica y Suecia firmaron una declaración pidiendo que no se intervengan los mercados del gas y la electricidad, y en particular que no se toque el sistema marginalista.

Frente a esa postura, España reaccionó con otro documento en el que propone medidas "contundentes" como la posibilidad de desacoplar los precios del mercado de la electricidad y fijar un precio límite del gas natural en situaciones "excepcionales", así como diseñar un mecanismo de compras conjuntas para situaciones de emergencia.

"Creemos que el funcionamiento del mercado eléctrico, del mercado del gas y del mercado de derechos de emisión tiene que ser revisado", dijo. España insistió en que es necesaria "una respuesta global, una respuesta europea, ante un problema extraordinario que está afectando a toda la economía" y "especialmente importante para Europa en plena recuperación económica", que requiere una reacción "extraordinaria" con medidas "muchísimo más ambiciosas y adecuadas al contexto actual".

La posición española reflejada en ese documento no cuenta por ahora con ningún apoyo a esa nueva propuesta, pero cuenta con recabar respaldos entre los países mediterráneos y del sur de Europa. "Lo están analizando. Esperamos que tengamos apoyos en los próximos días", señaló Aagesen.

La secretaria de Estado española señaló que España quiere "convencerles con hechos" a esos once países contrarios a cambios bruscos en el mercado, sobre la repercusión que tiene el sistema marginalista en los consumidores en momentos de crisis de precios como el actual. "Un porcentaje muy pequeño del marginalismo (en torno a un 20% de la generación eléctrica está vinculada al gas) está ofreciendo a España precios altísimos del mercado mayorista", dijo Aagesen, quien insistió en que la situación empeora cada día y requiere "acciones urgentes".

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