Un año después de su Eurocopa Polonia se esfuerza por rentabilizar estadios

  • Mientras parte de la sociedad brasileña protesta por las elevadas inversiones que exige organizar el próximo Mundial de fútbol, Polonia se esfuerza por sacar partido a los cuatro estadios que se levantaron para su Eurocopa, concluida hace un año, sin que hasta el momento ninguno de ellos sea rentable.

Nacho Temiño

Varsovia, 4 jul.- Mientras parte de la sociedad brasileña protesta por las elevadas inversiones que exige organizar el próximo Mundial de fútbol, Polonia se esfuerza por sacar partido a los cuatro estadios que se levantaron para su Eurocopa, concluida hace un año, sin que hasta el momento ninguno de ellos sea rentable.

El estadio Nacional de Varsovia supuso una inversión de más de 1.600 millones de zloty (más de 400 millones de euros, la sede más cara de la Eurocopa) y es hoy un buen ejemplo de cómo las autoridades polacas han tenido que armarse de imaginación para que las instalaciones no sean una carga tras la resaca del torneo.

El mantenimiento de este recinto tiene un coste mensual de 3,2 millones de zloty (aproximadamente 800.000 euros), explicó a Efe la responsable de relaciones con los medios del estadio Nacional, Joanna Janowicz, quien insiste en que este espacio deportivo quiere ser útil, atractivo para los ciudadanos y, claro, también rentable.

Situación similar es la que arrastran los estadios de las otras tres sedes polacas de la pasada Eurocopa: Gdansk (con un coste de cerca de 200 millones de euros), Breslavia (más de 184 millones de euros) y Poznan (182,2 millones de euros, aunque sólo para renovar el estadio original).

En enero de este año Varsovia transfirió la gestión del estadio Nacional, construido por la española FCC, a la sociedad pública PL.2012+ con la finalidad de dotar de una visión más comercial a estas instalaciones.

El plan de negocio, como sucede en las otras sedes de la Eurocopa, se basa en tres pilares: convertir al estadio en sede de acontecimientos deportivos, acoger conciertos y eventos de masas, y organizar visitas organizadas y actos sociales alquilando sus salas.

El objetivo es que el recinto sea al fin rentable y cubra costes para 2015, algo en lo que serán decisivos las conferencias y eventos corporativos que consigan atraer a sus más de 40.000 metros cuadrados, añadió Janowicz.

Las visitas organizadas y guiadas son otro de los atractivos del estadio Nacional de Varsovia, al que cada día acuden 4.000 personas pagando entradas que van desde algo más de un euro hasta los cinco euros.

Las previsiones de PL.2012+ pasan por cerrar este año con unos ingresos de entre 19 y 20 millones de zloty (alrededor de 5 millones de euros), una cifra que, señala Janowicz, se espera que aumente hasta los 35 millones de zloty (unos 8,75 millones de euros) en 2014.

Hasta ahora el mes más rentable ha sido el pasado mayo, gracias, principalmente, a grandes eventos como el reciente concierto de Beyoncé o del ex Beatle Paul McCartney, que en su primera actuación en Polonia congregó a cerca de 30.000 espectadores.

La misma situación viven las otras tres sedes; el estadio de Gdansk, que acogerá el 20 de julio un amistoso entre el equipo local y el FC Barcelona; o el de Breslavia, que a partir del 1 de julio organiza visitas guiadas.

Todos estos estadios, inaugurados con retraso a la fecha prevista, son también ejemplo de la precipitación con que se finalizaron muchas de las infraestructuras para la Eurocopa, unas prisas que en algunos casos provocó posteriores problemas como las grietas aparecidas en el estadio de Poznan tras el torneo.

Algo similar sucedió con la autopista A2, abierta al tráfico un día antes del arranque de la Eurocopa; no estaba completamente terminada y todavía sigue sin estarlo.

La carrera contra reloj ha dejado en el camino a algunas empresas constructoras, entre ellas la austríaca Alpine Bau, actualmente controlada por la española FCC, una de las responsables de levantar el estadio Nacional y hoy en bancarrota.

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