Un día para el buen rollo en la oficina

  • ¿Quiénes son las personas que acuden cada mañana a su oficina con una sonrisa de oreja a oreja, conscientes de lo bien que se lo van a pasar? A ellos, para los que trabajo y pasatiempo son sinónimos, se les dedica mañana el Día internacional de la diversión en el trabajo. ¡A divertirse! Para algunos, la diversión comienza cuando el reloj marca la hora de salida. Para otros, el momento alegre del día llega cuando el jefe se despista y por fin se puedan hacer carreras por la oficina con las si

Irene Sanz Duva

Madrid, 31 mar.- ¿Quiénes son las personas que acuden cada mañana a su oficina con una sonrisa de oreja a oreja, conscientes de lo bien que se lo van a pasar? A ellos, para los que trabajo y pasatiempo son sinónimos, se les dedica mañana el Día internacional de la diversión en el trabajo. ¡A divertirse!

Para algunos, la diversión comienza cuando el reloj marca la hora de salida. Para otros, el momento alegre del día llega cuando el jefe se despista y por fin se puedan hacer carreras por la oficina con las sillas con ruedas.

Momentos como este último son los que se conmemoran en el día internacional, que se celebra en España desde el 1 de abril de 1996, aunque en otros países, como Estados Unidos, se festeja la "juerga laboral" desde hace tiempo.

El psicólogo Eduardo Jáuregui define la diversión como un elemento indispensable de la felicidad y algo más efímero que ésta, al hacer referencia a "pasárselo bien" en un momento determinado.

Reírse con los compañeros -que no de ellos-, bromear y sonreír son las situaciones que ayudan a crear un ambiente laboral divertido, a pesar de que existe el "incorrecto" estereotipo de que el humor y el trabajo son incompatibles -a no ser que el trabajador sea guionista de una serie de televisión-, lamenta Jáuregui.

Muchos jefes entrarían en cólera si vieran a sus empleados riéndose en una reunión, al suponer que no estarían trabajando. Sin embargo, prosigue Jaúregui, eso es lo que no se debe hacer.

Según varios estudios, las emociones positivas son las que más aportan en el trabajo, ya que influyen en la cercanía social.

De ello saben mucho los vendedores y comerciales, puntualiza Eduardo Jaúregui, pues, si hacen reír al cliente, "tienen media partida ganada".

Periodistas, bomberos, maestros e ingenieros están de enhorabuena: son los que más se divierten, aunque los deportistas, actores y cantantes pudieran resultar los más satisfechos con su trabajo.

Por países, Reino Unido y España ocupan las dos primeras posiciones en la lista de los más divertidos en el trabajo. ¿La razón? Los dobles sentidos que abundan en los idiomas inglés y castellano.

Una de las empresas más conocidas por lo bien que se lo pasan sus empleados mientras trabajan es el gigante Google, donde la decoración colorida, los toboganes y el tenis de mesa se funden con la informática, para dar lugar a la compañía con el crecimiento más rápido de la historia, relata el psicólogo.

En definitiva, se trata de celebrar "las cosas que son celebrables", afirma el psicólogo.

Como una venta en la multinacional de tecnología y consultoría IBM, donde cada vez que un empleado cierra un contrato, un gong retumba en las instalaciones y un caballo de plástico avanza en un hipódromo en miniatura que tienen instalado en la oficina.

Otra opción es fundar, como órgano interno de la compañía, el Ministry of Fun Andaluz (MOFA) -Ministerio de Diversión-, algo que ha hecho la aseguradora Balumba.

Este departamento está encargado de organizar eventos divertidos para toda la plantilla, fiestas de disfraces y múltiples sorpresas.

La clave para que los trabajos sean divertidos, a juicio de Jáuregui, es que den el permiso "desde arriba". En otras palabras, la diversión queda en manos de los jefes.

¿Quién iba a decir que un jefe permitiría a sus asalariados construir el esqueleto de un tiranosaurio rex en horario laboral, como ha ocurrido en Google? La diversión está servida.

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