Un experto cree que "no está claro que el mapa de las fusiones esté cerrado"

Elche (Alicante).- El director del gabinete de análisis financiero de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Santiago Carbó, ha opinado hoy que "no está claro que el mapa de las fusiones esté cerrado", pues "si la crisis se prolonga mucho más, la integración puede ayudar a disminuir gastos en un contexto en el que los ingresos son limitados".

Carbó se ha pronunciado en estos términos en una entrevista dada a EFE tras participar en el XVIII Foro de Finanzas de la Asociación Española de Finanzas (AEFIN), organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera en el Centro de Congresos de Elche.

El ponente, también consultor del Banco de la Reserva Federal de Chicago, ha precisado que las fusiones de los bancos y cajas de ahorro fueron el resultado de la "demanda" de los inversores que "querían ver qué se iba a hacer con un sector financiero con una gran exposición al mercado inmobiliario tras la grave crisis de 2008".

En este sentido, ha aclarado que las fusiones han permitido al sector "ahorrarse muchos fondos públicos", pues, a diferencia de países como Irlanda, Inglaterra, Holanda o EEUU que "inyectaron dinero directamente cuando sus bancos tuvieron problemas", en España se pensó en un modelo que "evitara tener que invertir tanto dinero público".

Asimismo, Carbó ha incidido en que este proceso de integración "conlleva ganancias que pueden ser destinadas a resolver problemas internos", pero "permite garantizar la viabilidad futura", por lo que "el hecho de que se estén reestructurando no quiere decir que incurran en pérdidas", ha puntualizado.

Respecto a la situación económica de Irlanda, ha subrayado que mientras el sistema bancario de ese país "tuvo unas pérdidas grandiosas como consecuencia del endeudamiento que contrajo por encima de su PIB", el español "está proporcionado al tamaño de su economía".

Por ello, ha insistido en que se debe comunicar "esta diferencia" a los mercados, pues de no ser así, "podrían entender que estamos en la misma situación".

A esto ha añadido que se trata de una crisis "asumible" para un país (España) que "tiene un billón de euros en PIB y requeriría un porcentaje de ayuda muy pequeño comparado con los otros países".

"Si la crisis continúa hay que poner de manifiesto los retos pendientes del sistema financiero, diseñar la hoja de ruta y aclarar la cantidad de dinero que se necesitaría en caso de que la economía continúe deteriorada", ha apuntado Carbó.

De este modo, ha lamentado que "todavía no se ha sabido despejar las dudas de cuál es realmente el efecto de la crisis del mercado inmobiliario en el sector bancario español", lo que, en su opinión, provoca la "desconfianza" de los inversores.

"Cada vez los inversores demandan mayor tipo de interés para comprar cualquier título español, hay empresas e instituciones financieras españolas que no tienen acceso a los mercados internacionales", una situación que, según ha dicho, "se está sufriendo".

Por ello, ha indicado que, "aunque ahora no es un problema agudo", hay que "seguirlo de cerca para evitar la situación de abril-mayo en la que los mercados se cerraron completamente para los bancos y para las multinacionales españoles".

Respecto a las posibles actuaciones del Gobierno central, Carbó ha señalado que "puede generar un marco más cómodo para que las empresas crezcan".

En este contexto, se ha referido a la "liberalización de determinados sectores económicos que aún tienen poca libertad en materia de competencia", a "aclarar el panorama en materia energética" o a "apoyar la sostenibilidad de las cuentas públicas, primero a través del plan de austeridad y reforzándolo si hiciera falta si la crisis no cesara este año".