Un irónico proyecto arquitectónico denuncia la lujosa deriva de París

  • El colectivo de artistas H5 ha creado un irónico proyecto inmobiliario que transforma el corazón de París en una exclusiva zona con clubes de tenis y puertos deportivos para denunciar la transformación de la capital francesa en un área solo asequible para los más acaudalados.

Javier Albisu

París, 7 jul.- El colectivo de artistas H5 ha creado un irónico proyecto inmobiliario que transforma el corazón de París en una exclusiva zona con clubes de tenis y puertos deportivos para denunciar la transformación de la capital francesa en un área solo asequible para los más acaudalados.

Con toda la parafernalia que arropa una "ambiciosa recalificación urbana" pilotada por un fondo de inversión internacional, como la que pretende imitar H5, el proyecto Immorose Prestige apoya con maquetas virtuales la suntuosa metamorfosis que propone para la céntrica Île de la Cité en un horizonte de cuatro años.

Esa isla situada en el Sena "se va a convertir en un conjunto residencial de gran lujo, dotado de amplias y luminosas viviendas con vistas excepcionales", explican los responsables de esta broma crítica, aderezada con la misma presentación que cabría esperar de un proyecto con intención de prosperar.

Con fastuosos centros comerciales consagrados a las firmas de lujo, hoteles de cinco estrellas y descapotables por las calles, el proyecto presenta una caricatura exagerada de un París en el que los precios de la vivienda aumentaron el 21 por ciento en 2010 hasta dejar el metro cuadrado medio por encima de los 8.000 euros (unos 11.425 dólares), según un reciente estudio publicado por Knight Frank y Citibank.

Junto a la catedral de Notre Dame, una avenida sembrada de esculturas se extendería cerca de lo que actualmente es el Palacio de Justicia, que dejaría su sitio a un elegante centro de negocios que podrán visitar con prioridad aquellos visitantes que hayan reservado con antelación su entrada a la nueva isla.

El discurso del fondo de inversión ficticio también está salpicado de lo que ellos consideran una impronta ecologista pues proponen "ocio verde" en el puerto deportivo donde los opulentos pueden atracar sus yates después de navegar por el Sena.

Tras la careta de Immorose Prestige subyace el debate que estos artistas y grafistas apoyados por Aldric Beckmann, del estudio de arquitectura Beckmann N'Thépé, quieren poner sobre la mesa y que pasa por preguntarse si es necesario seguir levantando museos y hoteles de lujo mientras que muchos habitantes de la ciudad solo pueden permitirse residir en minúsculos apartamentos.

Para Beckmann, el peligro radica en que muchas instituciones poseen un importante patrimonio inmobiliario que podrían terminar en manos de grandes fondos o empresas que, con criterios especulativos y no urbanísticos, podrían eliminar los servicios que necesitan los ciudadanos y avanzar "hacia una 'eurodisneyzación' de las capitales".

"Lo peor es que algunos se lo van a creer e incluso estarán interesados por el proyecto", explican Ludovic Houplain y Nicolas Rozier, otros dos de los fundadores de la iniciativa que persigue crear "un París equilibrado que escoja su entorno urbano".

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