Un juez embarga 618 millones a los Ruiz-Mateos para cubrir el agujero de Dhul

  • El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada ha acordado embargar cautelarmente bienes del patriarca de la familia Ruiz-Mateos y dos de sus hijos por importe de 618,26 millones de euros porque hay "visos reales" de que sean considerados culpables del agujero patrimonial del fabricante de postres Dhul.

Granada/Madrid, 30 sep.- El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada ha acordado embargar cautelarmente bienes del patriarca de la familia Ruiz-Mateos y dos de sus hijos por importe de 618,26 millones de euros porque hay "visos reales" de que sean considerados culpables del agujero patrimonial del fabricante de postres Dhul.

En un auto publicado hoy, el juez Blas González justifica que José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada y sus hijos Javier Ruiz-Mateos y Álvaro Ruiz-Mateos "no sólo han podido generar con su conducta, impropia de un gestor leal, la insolvencia de la concursada, sino que además la agravaron" con una "gestión sencillamente temeraria y ajena a cualquier consideración sobre los intereses" de Dhul.

También cree necesario adoptar el embargo cautelar pedido por la administración concursal de Dhul por la sospechosa venta, "simplemente anunciada pero no demostrada por ahora", del grupo Nueva Rumasa a la sociedad Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo.

"Mediante semejante operación se trata de esquivar posibles embargos a la vista de los sólidos argumentos existentes de su responsabilidad" en la insolvencia del grupo, argumenta el juez, que añade que "no es descartable incluso que tras ello (la venta) sólo exista un artificio fiduciario".

Respecto a la insolvencia del fabricante de postres, el juez critica en primer lugar que los Ruiz-Mateos "planificaron, decidieron y llevaron a cabo actos de desvío de los fondos captados por Grupo Dhul" hacia otras sociedades del conglomerado, que están en el origen de que la empresa tuviera que acogerse al concurso de acreedores el pasado mes de marzo.

También denuncia el uso de la "inmejorable imagen y el patrimonio de Grupo Dhul para obtener financiación que, en realidad, se destinaba a otras empresas del grupo Nueva Rumasa", de modo que el fabricante de postres llegó a soportar deudas con entidades financieras "claramente desproporcionadas".

Por ejemplo, cita que en 2009 contrajo deudas con la banca por valor de 100 millones de euros, mientras que sus "ingresos reales" se limitaron a 63 millones.

El magistrado también pone de relieve que Dhul garantizó "de forma masiva, indiscriminada y sin control alguno", deudas de 640 millones de otras empresas de Nueva Rumasa, lo que representaba "3 veces todo su activo, aproximadamente las ventas de entre 10 y 12 años y el beneficio de explotación de cientos de años".

Asimismo, critica que los Ruiz-Mateos utilizaron a Dhul para garantizar operaciones de compraventa de viviendas "disfrutadas" por ellos o de vehículos de algunos de sus familiares o, incluso, para garantizar transacciones a favor de sociedades administradas por sus asesores.

En el auto publicado hoy, el juez Blas González considera afectados por el embargo los potenciales derechos de cobro que tengan José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada y sus hijos Javier Ruiz-Mateos y Álvaro Ruiz-Mateos por la venta de las empresas de Nueva Rumasa a la sociedad Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo.

En cualquier caso, exige a los antiguos y a los nuevos propietarios que aporten en cinco días "todos los documentos privados y públicos que hayan suscrito para formalizar y ejecutar la operación".

Los Ruiz-Mateos también deberán proporcionar al juzgado una relación de todos los bienes y derechos de los que dispongan para cubrir el importe embargado, con aviso de que pueden enfrentarse a sanciones por "desobediencia grave" si incumplen la orden judicial.

El juez procede contra los dos hijos de Ruiz-Mateos por su condición de administradores de Dhul durante los años previos al concurso de acreedores y contra el patriarca por ser "la persona que encarna Nueva Rumasa" y por tener una participación "decisiva, ineludible y nuclear" en los negocios de todas las empresas aunque no estuviera designado de administrador en ninguna de ellas.

"Es precisamente la imagen pública de este administrador, la idea que el público se ha hecho sobre su condición empresarial y la confianza que ha generado en quienes invirtieron en sus negocios lo que les ha servido de base" para crear Nueva Rumasa, afirma el juez, que añade que "sin él no puede entenderse ni su grupo empresarial ni la concursada ni lamentablemente su actual situación".

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