Una cuarentena de políticos al abrigo del gran 'lobby' eléctrico

    • Salvo Rodrigo Rato, todos los ministros de Economía de las dos últimas décadas han pasado por la órbita del grupo italiano Enel.
    • A veces, el componente político ha sido tan evidente que ha habido que frenar operaciones que ya tenían el visto bueno de las compañías.
Pedro Solbes, exvicepresidente del Gobierno.
Pedro Solbes, exvicepresidente del Gobierno.
Enrique Utrera

No hay lobby más poderoso en España que el eléctrico. Los grandes grupos como Endesa, Iberdrola, Gas Natural, Enagás o Red Eléctrica siguen gozando de un régimen de casi oligopolio que, más allá de las acusaciones por demostrar de manipulación vertidas desde el Gobierno a cuenta del tarifazo del 11% de la última subasta Cesur, les permite controlar el sistema sin apenas fisuras. No les faltado en estos años de crisis el apoyo de una cuarentena de ex cargos públicos de casi todos los signos políticos para tender puentes con los Gobiernos de turno.

La batalla eléctrica que vive el país vuelve a cuestionar el papel y las retribuciones que reciben una legión de ex políticos como la que encabezan ex presidentes del Gobierno como Felipe González y José María Aznar. No falta de nada: ex presidentes de comunidades autónomas, ex ministros, ex eurodiputados, ex alcaldes, antiguos altos cargos públicos en materia económica y parejas de políticos en primera línea de batalla.

La historia reciente demuestra con qué facilidad recalan en el sector políticos que han tenido en sus manos la máxima responsabilidad económica. El caso más llamativo es el de Elena Salgado, que menos de 100 días después de dejar la vicepresidencia económica heredada de Pedro Solbes fichaba por la filial chilena de Endesa en marzo de 2012. Una jugada redonda para Salgado. Al ser reclutada por una compañía latinoamericana eludía la obligación vigente en España de dejar pasar al menos dos años para trabajar en el ámbito privado.

El propio Solbes, que ha vuelto a la arena mediática con unas memorias exculpatorias de su papel en la gran crisis, fichó por Enel, la dueña de Endesa, en 2011. A diferencia de su sucesora, esperó los dos años para acceder a un cargo que le reporta un mínimo de 85.000 euros anuales. Solbes era ministro cuando el Gobierno abrió la puerta a Enel en el capital de Endesa tras una larga batalla con la alemana E.ON.

Endesa, a través de sus filiales o de la matriz Enel, también dio cobijo al ministro de Economía Luis de Guindos hasta que éste accedió a la oferta de Mariano Rajoy para entrar en el Gobierno. Salvo Rodrigo Rato, todos los ministros del ramo de las dos últimas décadas han pasado por el grupo de capital italiano. Por cierto que De Guindos cobró de la eléctrica 368.413 euros en 2011. Una cifra mareante para un consejero, muy superior a los menos de 70.000 que cobra un ministro.

La lista de los hombres y mujeres que han poblado y pueblan el planeta eléctrico español es amplísima. Una minoría tiene un currículum ligado al sector energético. Y en algunos casos los nombramientos dan que pensar, por más que su presencia en los consejos de administración respondiera a las participaciones accionariales de las entidades que representaban.

Juan Pedro Hernández Moltó, el hombre que pilotó el hundimiento de Caja Castilla la Mancha, fue consejero de Iberdrola Renovables hasta que en 2009 la intervención del grupo financiero se lo llevó por delante. Otro presidente de una caja intervenida, Narcís Serra, fue consejero de Gas Natural y José Luis Olivas, tocado y hundido por el caso Bankia, representó a Bancaja en Iberdrola.

A veces, el componente político ha sido tan evidente que ha habido que frenar operaciones que ya tenían el visto bueno de las compañías. El caso más polémico fue el de Alberto Nadal e Ignacio López del Hierro en Red Eléctrica. Ambos renunciaron al puesto de consejero por la tormenta política que desató su nombramiento. El segundo, marido de María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del Partido Popular, acabó recalando en Iberdrola como consejero de una de sus filiales.

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