La red única de cajeros 'tropieza' con Competencia y atrasa su operativa a 2018

  • La complejidad del documento justificativo de la fusión de 4B, Euro 6000 y Servired que la banca debe aún remitir a Competencia impide operar en septiembre como se preveía.

    El proceso de análisis y autorización por parte de la CNMC consume habitualmente entre seis y ocho meses a contar a partir de la recepción del informe.

Las comisiones en cajeros se duplican en cinco años: ¿cómo evitarlas?
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EFE

La fusión de Servired, Euro 6000 y 4B se retrasa. Tras casi dos años de negociaciones con incontables altibajos, las entidades financieras propietarias lograron aparcar sus diferencias y bendecir la unión, pero ahora se ha atascado frente a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). Ni siquiera han presentado el documento justificativo de la operación ante el organismo que suele emplear entre seis y ocho meses en analizar y autorizar este tipo de transacciones. Solo por calendario y con un mes de agosto inhábil para este tipo de trámites, los bancos han comenzado a resignarse a que la red única de cajeros no opere a la vuelta del verano como esperaban sino en los primeros meses de 2018, reconocieron varias entidades financieras consultadas.

España siempre ha sido una anomalía en cajeros automáticos por la convivencia de tres plataformas de redes que competían entre sí. Su propiedad era una apuesta estratégica para las distintas entidades: bajo el paraguas de Euro 6000 cobijaba los terminales de las cajas de ahorros medianas y pequeñas; en 4B toda la red del Santander, el grupo Popular, ING, algunos bancos pequeños como Banca March y las rurales; y en Servired el resto de bancos y grandes cajas -BBVA, Sabadell, Caixabank, Bankinter, Bankia…-. En la mayoría de países cuentan con una única plataforma.

La singularidad nacional es que las entidades cobijadas bajo una misma red ofrecían sus cajeros gratis o con bajas comisiones a los clientes de otra entidad socia. Pero Caixabank rompió el status quo cuando en el año 2015 comenzó a cobrar por el uso de sus terminales a los clientes del resto de entidades, perteneciesen o no al mismo club Servired al que estaba adherida. Un golpe de timón que pronto siguen el resto de bancos, forzados a replantearse su esquema de alianzas comerciales con el resto de entidades financieras, y que, en la práctica, ha supuesto que los grandes graven a los no clientes por sacar dinero en sus cajeros y el resto haya establecido otras redes de socios.

Se dinamita entonces la racionalidad de pertenecer a uno u otro club -sea 4B, Servired o Euro 6000- y se activan las conversaciones para ir al modelo internacional de una sola red, donde los acuerdos comerciales sean entre entidades y no plataformas. El proceso de integración, que ha contado con KMPG como asesor principal, se selló con la aprobación en sus respectivos consejos de administración el pasado mes de junio, después de casi dos años de conversaciones, sobre todo, por las fuertes resistencias mostradas por las entidades de Euro 6000 a romper con su estructura.Casi dos años de negociaciones

Las cajas medianas han resultado, de hecho, las penalizadas con la integración. La gran banca copará el consejo de administración de la futura sociedad, al haberse impuesto un reparto de sillones espejo a las cuotas de mercado. Se ha previsto que lo conformen 17 miembros: 11 procedentes de Servired, cuatro a 4B y dos a la antigua red de las cajas Euro 6000, que obligará a rotar el asiento entre sus socias.

El siguiente paso para converger para una sola marca es lograr las autorizaciones legales. Según las fuentes consultadas, el proceso va para largo por la dificultad para elaborar el documento que debe analizar la CMNC. A pesar de ir a un modelo extendido en la mayoría de países, el proyecto debe ser exquisito en su formulación para que no arroje duda alguna sobre la total garantía del juego de la competencia, de ahí la complejidad, refieren las fuentes consultadas.

El Banco de España ha sido un firme defensor del sistema único a semejanza de los existentes en Europa, mientras que la antigua Comisión Nacional de Competencia puso ya reparos en 2011 a una integración entre 4B y Servired, cuando autorizó la fusión de sus procesadores en Redsys. El organismo demandó fijar murallas chinas que impidiesen el cruce de información entre ambas para evitar acciones comerciales concertadas. Si bien el sector da por desterrado este riesgo prefieren hilar muy fino en la formulación del proyecto para evitarse disgustos a tenor del precedente.

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