Uno de cada cuatro empleos indefinidos creados desde 2022 son fijos discontinuos

Un año después de la entrada en vigor de la totalidad de la reforma laboral, los secretarios de Estado de Empleo y Seguridad Social se han atrevido a celebrar un cambio progresivo en el mercado de trabajo español, que se mantiene en un mínimo histórico de temporalidad en el sector privado, del 14%, frente a la etapa anterior, cuando esta ascendía al 30%. El responsable de la cartera de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha destacado que por primera vez esta caída se explica por la creación de empleo fijo y no por el despido de trabajadores temporales, ya que el mes de abril suma 238.436 nuevos afiliados en términos medios, según los datos aportados por el Ministerio que encabeza José Luis Escrivá. Entre los que quedarían incluidos aquellos fijos discontinuos que pasasen a estar activos tras un tiempo fuera de su puesto de trabajo. Sin embargo, desde ambos equipos inciden en que el peso de estos en reducido, de un 7% respecto al total de contratos indefinidos, que asciende a 13,9 millones.

Desde diciembre de 2021 se han creado un total de 2.866.220 contratos indefinidos, de los que 603.673 son fijos discontinuos, por lo que menos de uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo fijos generados a partir de la aprobación de la reforma laboral son fijos discontinuos. Un 21,06% del total, como consecuencia de que su peso aumentase notoriamente durante 2022 por de la restricción del contrato temporal a ciertos supuestos muy concretos. Esta figura se mantuvo en el último texto como exigencia de la CEOE para avanzar hacia el acuerdo, según han transmitido fuentes sindicales, pero ha suscitado un importante debate, ya que el Ministerio tardó meses en comunicar el número de estos trabajadores que estaban inactivos. A último día del mes de abril había más de 1,01 millones de trabajadores con esta relación laboral, frente a los 9,18 millones de indefinidos a tiempo completo y los más de 2,38 a tiempo parcial.

Tanto los miembros de la oposición en sede parlamentaria, como los medios de comunicación en las comparecencias del número dos de Yolanda Díaz, han demandado que la información sobre el número de fijos discontinuos inactivos se ofrezca de manera continuada y no de forma puntual, como ha sucedido hasta el momento. A comienzos de marzo, la cartera de Trabajo dio a conocer al grupo del PP en el Congreso de los diputados que a fecha de 27 de febrero había 443.078 trabajadores en esta situación a través de una respuesta escrita a la formación política. Esta fue la primera vez que se dio a conocer el dato, después de que el Ministerio hiciese alusión en varias ocasiones a la dificultad para cruzar los datos que recogen las diferentes comunidades autónomas. Aunque se ha comprometido a aportarlos de manera mensual antes de que llegue el verano. 

Todos ellos no figuraban en el total de parados de ese mes, puesto que contaban con una relación laboral, es decir, iban a regresar a su puesto de trabajo en un periodo que puede dilatarse más o menos en el tiempo en función de las necesidades del negocio. Sin embargo, esto generó críticas de los grupos de la oposición y de centros de estudios como Fedea, el 'think tank' asociado a CEOE que considera que el método para contabilizar el número de personas en situación de desempleo ha quedado obsoleto. En su lugar, proponen hablar de paro efectivo, un concepto que, además de los parados, tendría en cuenta la cifra de trabajadores que sigan en ERTE tras la pandemia -en abril son 13.000- y los demandantes de empleo con relación laboral. 

Esta última categoría hace referencia a la posibilidad que tienen los fijos discontinuos inactivos de acudir a las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para buscar otro empleo complementario, recibir formación o recibir la prestación por desempleo. El centro de estudios propone sumar este grupo porque defiende que considerarlos como trabajadores indefinidos al uso distorsiona las estadísticas del empleo y busca, mediante esta vía, aislar los efectos de la reforma laboral que, según su criterio, ya no permiten comparar con periodos anteriores. No obstante, desde el Ministerio de Yolanda Díaz responden que este método carece de fundamento e insisten en que utilizan el mismo método para contabilizar el número de parados que los ejecutivos anteriores. 

Estos fijos discontinuos en periodo de inactividad también parecen haber jugado un papel en el aumento de afiliados a la Seguridad Social registrado en el último mes, aunque los secretarios de Estado de las carteras implicadas no han respondido afirmativamente al ser preguntados al respecto. La explicación es que mientras están inactivos, estos trabajadores son dados de baja de la Seguridad Social y, por tanto, al incorporarse a su puesto, pasan a formar parte de las altas registradas ese mes. Es factible que en el último mes, este volumen de trabajadores haya jugado un papel más importante, como consecuencia del tirón de Semana Santa y la llegada de las nuevas temperaturas que han llevado a miles de establecimientos de restauración y hostelería a llamar a sus trabajadores. 

Este miércoles la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital avanzó que España cerraría el primer cuatrimestre del año con 400.000 más que los que tenía al cierre de diciembre, una cifra que finalmente se ha superado en más de 20.000 al darse a conocer el dato oficial. Este importante avance se debe en gran parte a la evolución de abril, que concentra más de la mitad de estas altas, después de un mes de enero en el que el balance fue negativo (-215.047), una creación moderada en febrero (88.918) y un acelerón en marzo (152.000). Las afiliaciones registradas en abril superan en 80.000 las anotadas el mes anterior, mientras que la hostelería ha sumado más de 119.000 altas, de los que un porcentaje son fijos discontinuos, pero por el momento, se desconoce este dato.