Uruguay muestra debilitamiento económico mayor al esperado

  • La economía uruguaya se debilita más y a mayor velocidad de lo esperado, con una contracción del PIB en el segundo trimestre que augura una recesión, el desempleo en alza y el consumo en baja, en un contexto regional que ayuda poco.

Las cifras del PIB para el segundo trimestre conocidas el martes sorprendieron a los analistas. Muchos expertos mantenían proyecciones más bien alentadoras sobre el crecimiento para este año en el que economías que influyen en Uruguay, como la brasileña o la china, se frenan.

En el segundo trimestre, el PIB cayó 0,1% con relación a igual período del año pasado. También se contrajo sobre el primer cuarto de 2015, 1,8%.

Al comparar los datos con los del segundo trimestre de 2014 -la relación más fidedigna para minimizar la distorsión de los factores estacionales del PIB-, la caída "no es tanta", dijo a la AFP Pablo Moya, de la consultora Oikos.

Moya admitió no obstante que no esperaba una contracción del PIB en este período, cuando mucho un "crecimiento muy leve".

"Esta caída era esperable para el próximo registro", del tercer trimestre, sostuvo de su lado Ignacio Munyo, director del Centro de Economía, Sociedad y Empresa en la Universidad de Montevideo.

El Banco Central del Uruguay atribuyó buena parte de la contracción al efecto de la sequía que afectó al país en la primera mitad del año, y que recortó 1,6 puntos al PIB.

La demanda interna medida en volumen registró una caída tanto a nivel del gasto de consumo final (-0,7%) como en formación bruta de capital fijo (-0,5%), un medidor de las compras de bienes duraderos por parte de los agentes económicos, como empresas y hogares.

Las cifras poco alentadoras se acumulan y los analistas comienzan a dudar de las previsiones que el gobierno de Tabaré Vázquez, que asumió el primero de marzo, estableció en el proyecto de ley de presupuesto que se discute en el Parlamento.

Una de las variables económicas más importantes para el Ejecutivo, la inflación, está pisando la cota sicológica de 10% en 12 meses, tras un aumento de precios al consumo en agosto de 1,18% con relación a julio que llevó el acumulado en un año a 9,48%.

El último dato de desempleo es de 7,4% a junio, igual que en mayo pero medio punto por encima de junio del año pasado.

Varias industrias importantes en sectores como lechería, pesca o automotor han cerrado sus puertas en el año, por caídas en precios internacionales, deudas o cierre de mercados de exportación.

Las exportaciones llevan nueve meses consecutivos de caída.

Las huelgas y protestas se han disparado y el gobierno enfrenta los niveles más elevados de conflictividad laboral cuando menos desde 1995, según un índice divulgado la semana pasada.

Desde que asumió, Vázquez dio muestras de querer ceñirse a una línea de austeridad presupuestal, lo cual le acarreó dificultades con trabajadores que esperan que cumpla con las promesas que realizó durante la campaña que lo llevó por segunda vez al poder en las elecciones de 2014.

La discusión del presupuesto refleja preocupación por la situación interna y externa: la ley se discute actualmente para dos años cuando lo habitual es un proyecto quinquenal.

"El presupuesto supone una recaudación (fiscal) mucho más alta de lo que se tendrá", estimó Munyo, para quien "la cosa viene bastante peor" de lo esperado.

"La economía está estancada". Si se miran "distintos indicadores de actividad", como ventas minoristas o de automóviles, "todos están estancados y algunos cayendo", ejemplificó.

Además, la confianza del consumidor lleva cinco meses de caída, el desempleo sube y el salario real está cayendo casi desde que empezó el año, abundó.

"Hay acumulados varios datos negativos", coincidió Moya. Hay "cantidad de caídas, que se mire por el lado del gasto o por el lado de la demanda" y eso "llama la atención".

Munyo sostuvo que ante el deterioro económico de China, principal socio comercial de Uruguay, y de Brasil, segundo socio del país, será todavía más difícil que las proyecciones de crecimiento oficiales de la economía, de 2,5% para 2015, 2,5% para 2016 y 2,8% para 2017 se cumplan y dijo que el gobierno debería revisar estos números en el presupuesto.

Añadió que a la luz de los datos conocidos el martes, Uruguay debería crecer entre 0,6% y 1,3% en 2015, como máximo.

"Es bastante probable que dentro de tres meses cuando se conozca el dato de setiembre, Uruguay esté entrando en recesión", con dos trimestres consecutivos de actividad a la baja, vaticinó.

mr/gm

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