Pelea por obtener vacunas

Las cláusulas leoninas de Londres, en el fondo del plante de AstraZeneca a la UE

El acuerdo con Reino Unido dejó sin margen a la farmacéutica, que se siente comprometida por haberlo firmado tres meses antes que con Bruselas y en el que se incluiría que la producción británica iría a las islas.

Vacuna Oxford-AstraZeneca
Un fallo en la producción en  Bélgica hace inviable que AstraZeneca contente a todos. 
Oxford-AstraZeneca

El duro enfrentamiento entre la Unión Europea (UE) y la farmacéutica anglo-británica AstraZeneca, que unilateralmente ha decidido reducir el suministro de vacunas contra la Covid-19 al que se había comprometido en un principio, tiene como fondo las diferentes cláusulas y exigencias que recogen los acuerdos y contratos suscritos con Bruselas y Reino Unido, que en buena medida condicionan la actual situación ante la incapacidad productiva de la empresa de contentar a todos sus clientes.

La letra pequeña del contrato confidencial -en parte- con Bruselas, de la que ha sabido sacar gran partido la multinacional, se contrapone a las cláusulas leoninas del que ha firmado con Reino Unido, país que ha financiado desde el principio la investigación de la vacuna y que ha sabido atar en corto a la empresa, que ocupa el top 5 del sector a nivel mundial y tiene su sede en Cambridge (Reino Unido), en cuanto a distribución y suministro, pero también en lo referente a seguridad y calidad.

La urgencia del acuerdo europeo con la farmacéutica -en junio de 2020-, ante el descontrol de la pandemia sanitaria en el continente, y que fue previo a la autorización de la vacuna por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que previsiblemente verá la luz hoy viernes, ha dejado cabos sueltos que la multinacional ha reinterpretado a su modo.

Uno de los puntos destacados del contrato de la Unión Europea fue el precio de compra de las dosis -menor con respecto a otras farmacéuticas-, lo que condicionó en buena medida el descuido de otras cláusulas, como las referidas a plazos y entregas.

Otro de los puntos que centra el debate son las prioridades de suministro y de qué fábricas deben salir las vacunas. AstraZeneca firmó con Londres tres meses antes que con Bruselas, lo que para la compañía y para el Reino Unido es razón más que suficiente que la vacuna llegue ante a la población británica. Mientras, Bruselas se obstina en defender que la vacuna no se compra en un supermercado en el que "hay cola".

Entre las Condiciones de autorización para la vacuna COVID-19 a AstraZeneca, de la Agencia Regualadora de Medicamentos y Productos Sanitarios británica, se destaca que las entidades encargadas del suministro físico del producto en el Reino Unido son la plantas de AstraZeneca en Södertälje (Suecia) y la que tiene en Cambridge (Reino Unido).

Mientras, el Gobierno británico señala en The Guardian que solo se abastecerá a otros países cuando las dos planta británicas, radicadas en Oxford y Staffordshire, hayan producido 100 millones de dosis para los británicos. Desde la multinacional anglo-sueca aseguran que ese punto forma parte del acuerdo suscrito con Londres, tres meses antes que el de la Unión Europea.

Mientras, Bruselas insiste, ante la caída de actividad de la factoría radicada en Bélgica, que la farmacéutica debe cumplir con sus compromisos, ya sea desde el Reino Unido, cuya producción está comprometida con el Gobierno de Londres, como desde la planta que tiene radicada en Alemania.

Aluvión de responsabilidades

El documento condiciona muchos aspectos de la autorización del fármaco, que tuvo lugar en diciembre de 2020. "AstraZeneca es responsable de forma conjunta y separada, con los fabricantes del producto -las plantas en las que se produce la vacuna-, de las condiciones relativas a la fabricación del producto y de la liberación de este al mercado en los términos de esta autorización". 

También obliga a la farmacéutica en la relación con los distribuidores. "AZ es responsable conjunta y separadamente con los distribuidores de la cadena de suministro y los proveedores de atención médica y para las condiciones relacionadas con la distribución de la cadena de suministro y el almacenamiento y uso clínico que son incorporadas como condiciones en esta autorización". En caso de incumplimientos, la compañía se juega la licencia.

Una gestión eficaz… pero solo con las vacunas

Reino Unido, con 66 millones de habitantes, ha pasado a ser uno de los países europeos con más ciudadanos vacunados -7 millones, frente 1,4 de España-,  y el quinto del mundo más castigado por la pandemia -102.000 personas muertas-, una crisis sanitaria que el Ejecutivo de Boris Johnson menospreció en un principio y que ha propiciado el trágico balance. Ante la inoperancia inicial, los británicos se han centrado ahora en la vacunación masiva y rápida como salvavidas ante la pésima gestión inicial.

Dentro del Plan de Entregas de Vacunas Covid-19, elaborado por El Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido, los británicos ‘venden’ algunas claves que les dan ventaja en la vacunación y a la hora de obtener suministros. "Siempre hemos sabido que las vacunas serían nuestra mejor manera de salir de esta pandemia… es por eso que nos movimos rápido y temprano: apoyando la investigación pionera en enero del año pasado y preordenando millones de vacunas en nombre de todo el Reino Unido... somos el primer país del mundo en autorizar una vacuna contra Covid y hoy contamos con tres más", aseguran.

Otra de las claves que destaca es haber solucionado "una etapa crítica del proceso", que es el llenado y sellado de los viales. Para evitar este cuello de botella, en 2020 suscribió un acuerdo con Wockhardt, una farmacéutica que comercializa medicamentos asequibles y de alta calidad, lo que permite a Reino Unido su propia capacidad de relleno y acabado. "Esto permitió el rápido aumento de la producción de la vacuna Oxford / AstraZeneca en las instalaciones de Wockhardt en el norte de Gales", admiten. 

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