Vaivenes del dólar y costos laborales amenazan competitividad uruguaya

  • Pese a que Uruguay registra ya una década de crecimiento sostenido, los vaivenes del dólar, los crecientes costos laborales y los efectos de la inestabilidad de sus vecinos y socios Argentina y Brasil amenazan con lastrar su economía disparando la inflación y minando su competitividad.

Raúl Cortés

Montevideo, 10 oct.- Pese a que Uruguay registra ya una década de crecimiento sostenido, los vaivenes del dólar, los crecientes costos laborales y los efectos de la inestabilidad de sus vecinos y socios Argentina y Brasil amenazan con lastrar su economía disparando la inflación y minando su competitividad.

En un gesto inédito, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, admitió esta semana que la inflación "es más alta que lo deseado" y "desentona un poquito" respecto a otras variables macroeconómicas, aunque luego se apresuró a aclarar que "no está fuera de control".

El motivo de alarma es un informe oficial difundido este mes con cifras de septiembre pasado, que acerca este índice a los temidos dos dígitos (9,02 %) en los últimos doce meses.

Con el fin de controlar el alza de precios, el BCU maneja una política monetaria contractiva que el lunes defendió en un comunicado con el argumento de que la economía "ha crecido por encima de lo previsto" y lo ha hecho además "en un contexto de depreciación cambiaria".

En el documento, el banco lamentó "la incertidumbre y la volatilidad" mundial por "las marchas y contramarchas de la Reserva Federal de Estados Unidos" respecto al dólar, por "la debilidad en la zona del euro y en Japón", y por las "señales de desaceleración en los países emergentes, especialmente en el caso de Brasil".

La divisa estadounidense en Uruguay, que a principios de 2005 estaba en 25 pesos uruguayos la unidad, llegó a situarse en su promedio mensual por debajo de 19 pesos en algunas fases de 2011 y de este año, pero en las últimas semanas sufrió un rebote hasta los 22 pesos.

La delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el país alertó el pasado 4 de octubre que tras una "década de expansión vigorosa", el crecimiento de la economía uruguaya "se ha moderado a un ritmo más sostenible".

"La demanda externa se ha debilitado, pero la demanda interna conserva el vigor", reconoció el Fondo, que proyecta un crecimiento de 4 % para 2013 y de alrededor de 3,5 % para 2014.

El FMI agregó sin embargo un obstáculo: "las continuas y fuertes alzas de los costos laborales", que en su opinión "podrían traducirse en un aumento de la inflación y una mayor apreciación real", así como en "la consiguiente pérdida de competitividad externa que terminaría dañando la exportación y el crecimiento".

Desde que llegó al poder en 2005, el bloque izquierdista Frente Amplio ha impuesto negociaciones colectivas tripartitas (empresa, empleados y gobierno) que provocaron un aumento de más del 36 por ciento del salario real de los trabajadores entre ese año y 2012.

Varios analistas coincidieron el martes en señalar los riesgos de esta tendencia, durante un foro organizado por el banco BBVA en Montevideo.

Para Pablo Roselli, de la consultora Delloite, "si el tipo de cambio va a subir entre 8% y 10% anual, y los salarios también, la persistencia de la inflación va a ser muy elevada".

Su colega Javier De Haedo, abogó por "reglas más lógicas" en la negociación salarial, mientras Roselli apuntilló que en este contexto "el espacio de generar incentivos en las empresas no existe".

Además, los expertos alertaron sobre la compleja relación con Argentina y Brasil, de cuyas economías sigue dependiendo en gran medida Uruguay tanto por los miles de ciudadanos de esos países que lo visitan cada año o los muchos que invierten en él como por su presencia entre los destinos de las exportaciones uruguayas.

"Uruguay está enmarcado en un entorno más cambiante y deteriorado donde podría tender a desacelerar su crecimiento y con problemas pendientes de resolver como la inflación", opinó en el mismo foro Gloria Sorensen, del BBVA.

Gabriel Oddone, de la consultora CPA/Ferrere, argumentó que el país "está caro en dólares comparado con Brasil y con Argentina", en ambos casos en torno del 30 %.

Esta circunstancia ha llevado a muchos uruguayos a viajar a la vecina Buenos Aires para hacer grandes compras, lo que, sumado a los controles del Gobierno de Cristina Fernández a la salida de dólares, está golpeando con fuerza a la economía uruguaya.

"La historia nos enseña que Uruguay no puede tener por períodos prolongados un nivel de precios en dólares muy diferentes que Argentina y Brasil", señaló Oddone.

El problema ha llegado hasta la hierba con la que los uruguayos consumen el famoso mate rioplatense, pues como este producto se importa de Brasil -paradójicamente la tierra uruguaya no es la mejor para cultivarla- el real se ha depreciado y su costo en Uruguay ha subido casi un 50 % en los últimos doce meses.

Mostrar comentarios