Valencia dispone de las últimas tecnologías contra la contaminación marina

  • El barco Amarre Joaquín Sorolla, provisto con la más innovadora tecnología de recogida de residuos y con un carácter polivalente, limpiará las costas valencianas de residuos marinos y podrá dar suministro a buques fondeados, servicio de amarre o transportar carga y pasajeros sobre su cubierta.

Valencia, 30 nov.- El barco Amarre Joaquín Sorolla, provisto con la más innovadora tecnología de recogida de residuos y con un carácter polivalente, limpiará las costas valencianas de residuos marinos y podrá dar suministro a buques fondeados, servicio de amarre o transportar carga y pasajeros sobre su cubierta.

Con una eslora de 17 metros y una inversión de 600.000 euros, la embarcación, propiedad de la empresa valenciana Amarradores del Puerto de Valencia, ha celebrado hoy su botadura amadrinada por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que ha derramado el cava por la cubierta del barco como es tradición.

El acto ha contado con la presencia del presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, y los socios de la empresa, que han defendido que se trata de "una embarcación única", que está lista para convertirse en uno de "los mejores aliados en la lucha contra la contaminación marina".

El administrador y socio de Amarradores del Puerto de Valencia, Próspero Soriano, ha asegurado que se trata de un proyecto de "investigación, desarrollo e innovación", que busca "ser más eficaces" en la lucha contra la contaminación y "ser referente en la conservación del medio ambiente".

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha destacado "el esfuerzo de una pequeña empresa con una gran empresa" en un momento de recesión económica y ha asegurado que el nuevo barco "es el compendio" de los pilares de innovación, sostenibilidad y turismo, en los que se basa el desarrollo de la ciudad.

El barco, dotado con una gran grúa, es pionero en la retirada de hidrocarburos gracias a un sistema de motobomba, así como de residuos biológicos como medusas y algas, a través de un equipo de aspiración y trituración y tiene una capacidad de almacenaje de más de tres toneladas, aunque también puede realizar otras tareas.

"Es una embarcación muy polivalente, no sólo se utiliza para la recogida de medusas e hidrocarburos, la podemos emplear para llevar suministros, repuestos o todo lo que puedan necesitar los buques que están fondeados", ha explicado Rafael López, patrón de la embarcación, durante una vuelta por la dársena del puerto.

El buque, que tiene capacidad para operar tanto en la orilla de las playas como a 60 millas de la costa y una autonomía de hasta 900 millas náuticas, se ha unido a la iniciativa europea Ecoport en el apoyo y conservación del medio ambiente en el ámbito portuario.

Amarre Joaquín Sorolla será puesto a disposición de la Fundación Valenciaport y del Centro de Estudios de Enseñanza FIMED para la formación en materia y protección de personas y del entorno medioambiental y su nombre es un homenaje al pintor valenciano que "mejor ha sabido reflejar la belleza del mar".

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